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En la mañana de ayer varias personas en el centro de la ciudad apuraban el paso para protegerse de una fina llovizna. Otros, desatentos de los pronósticos, se subían lo máximo posible el cuello de un buzo de media estación. Durante esta época del año, cuando la mayoría ya tiene las frazadas lavadas y acondicionadas en los roperos, y la ropa de lana debidamente guardada, el tiempo sigue dando sorpresas.
Según el Servicio Meteorológico Nacional del aeropuerto Martín Miguel de Gemes, el termómetro a las 17 de ayer marcaba 9,8§ y la temperatura seguía descendiendo. Consultado por este brusco cambio de temperatura, el meteorólogo del INTA Ignacio Nieva explicó a El Tribuno que la gente no debe extrañarse por estas oscilaciones porque septiembre es un mes “bastante movido” desde el punto de vista meteorológico.
“Ahora (por ayer) está entrando el aire frío y está nublado. El frío está viniendo despacio. La masa de aire proveniente del sur va avanzando por todo el país y ese viento es el que está trayendo el aire con menor temperatura”, indicó.
Se esperaba que durante la noche de ayer descendiera aún más la sensación térmica y que esos índices bajos se estacionaran hasta el mediodía de hoy. Sin embargo, Nieva añadió que los pronósticos coinciden en que después va a comenzar a soplar viento del noreste, que va a hacer subir lentamente la temperatura entre mañana y parte del viernes. Así el viernes, sábado, domingo podrían presentarse templados. “Hacia el lunes habría un nuevo cambio de tiempo, por influencia de vientos fríos del sur, que cortará esos días en que venía ascendiendo la temperatura”, anticipó. También opinó que si bien no es normal la intensidad de estos cambios “estamos en medio de un ciclo del orden de los seis días, que va oscilando más en primavera, una estación de transición en la que no duran mucho los estados del tiempo determinados, sino que se cortan. Hay picos importantes de temperatura y luego bruscas caídas”.