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Los pasajeros de un avión de la aerolínea australiana Qantas vivieron con incredulidad las dos horas de vuelo luego de que se percataron que los acompañaba en su viaje una serpiente pitón de tres metros de longitud que estaba colgada de un ala del aparato.
El sorprendente hecho ocurrió durante el trayecto entre la ciudad australiana de Cairns y la capital de Papúa Nueva Guinea, Port Moresbi, y fue captado en imágenes y videos por varios de los tripulantes de la aeronave.
Según han dado a conocer los medios australianos, una pasajera descubrió la inesperada presencia del reptil en el ala y dio la voz de alerta. Pero la pitón, que fue duramente castigada por el viento y también por las gélidas temperaturas, no sobrevivió al vuelo de la compañía.
“Cuando aterrizó el avión no podíamos creer que aún se movía. La vimos morir”, relató el pasajero Robert Weber a la emisora ABC. Weber y las otras 43 personas a bordo del vuelo QF191 no pudieron hacer nada, ya que la parte trasera de la serpiente se pegó al fuselaje a causa del viento.
“Fue algo muy, muy triste”, contó el fotógrafo profesional, que registró en vídeo el hecho que conmocionó tanto a los pasajeros como a la tripulación. “No creo que nunca se vuelva a ver este tipo de cosas”, añadió.
La serpiente se mantuvo en el ala a pesar del fuerte viento y el frío y consiguió refugiarse casi pegada al fuselaje del avión hasta el aterrizaje.
Según relataron algunos viajeros la tripulación recién supo de la serpiente cuando llevaban media hora de vuelo. Sin embargo, un portavoz de Qantas señaló que cuando retiraron el ofidio del ala del avión, ya estaba muerto.