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Escasa reacción y hasta una falta de compromiso evidenció Gimnasia y Tiro ayer en tierras entrerrianas, y nada pudo hacer para evitar la catástrofe: Juventud Unida de Gualeguaychú lo vapuleó con una goleada sin discusiones: fue 3 a 0, y podría haber sido más abultada aún la derrota, de no ser por la falta de fineza de los delanteros locales.
El albo sufrió una nueva caída que lo deja en una situación que preocupa pese a que aún no es apocalíptica, en función de una zona reñida y con un pelotón de equipos naufragando en la irregularidad (quedó a dos puntos del último pero también a tres unidades de la zona de clasificación). Cayó ante un rival que lo superó en todas las líneas, un equipo humilde y pujante que debuta en la categoría con una base de jugadores aceitados y con rodaje encima desde hace mucho tiempo. Para colmo de males, el albiceleste de Gualeguaychú hizo gala de su efectividad desde el comienzo, y salió a “comerse” al albo y a forzar errores infantiles en los defensores salteños. Y sorprendió con dos cachetazos fulminantes que lo dejaron tambaleando, anímica y futbolísticamente. A los 10 min llegó el primer gol, por una avivada de Weissen, quien aprovechó una desinteligencia defensiva y una mala salida de Hernández para tocar al arco vacío y estampar el 1 a 0 parcial.
Y a los 26 min llegó el segundo para el decano, por un mal rechazo desde el fondo: Erpen aprovechó el callejón que le dejaron los defensores del albo y definió con gran clase ante la salida de Hernández para el 2 a 0.
Pero lo más extraño fue la pasividad de Gimnasia, con un esquema que se presumía más agresivo de arranque, pero con deficiencias en todos los sectores, a la luz de las realidades desnudadas en el campo de juego y del resultado. Tal es así que no pateó al arco en toda la primera etapa. En el complemento, la fórmula no cambió. La juve seguía presionando y el albo fue un manojo de errores que lo llevaron a la debacle.
El pitazo final decretó una tarde negra para un albo sin fútbol ni actitud. Su DT, Víctor Riggio, quedó en la cuerda floja.
Otra baja sensible para el albo
Como si el mal momento futbolístico y las incertidumbres con respecto al futuro de su entrenador no fuesen suficientes, el albo perderá un nuevo soldado para la próxima batalla en el estadio de la Vicente López: se trata de Rubén Villarreal (foto), quien vio la roja a diez minutos del final del partido, con la goleada consumada y envuelto en la impotencia general de todo el equipo, que jugó su peor partido de la temporada.
No festeja con Boxler
Gimnasia nunca pudo ganar un partido mientras lo dirigió Carlos Boxler. En la presente temporada, con el juez oriundo de Casilda el albo cosechó apenas un empate con Chaco For Ever (2 a 2). Antes, había caído a manos de San Martín en Tucumán (1 a 0 en el torneo 2011/12) y con Sportivo Belgrano en el Gigante (3 a 2 en el último endecagonal).