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Las dificultades de acceso al agua potable que sufre gran parte de la población en Salta quedaron en evidencia en los últimos días en situaciones vinculadas a la campaña política. Es que ante la falta de respuestas, la gente opta por llevar sus reclamos a los candidatos, esperando la solución que el Gobierno no brinda.
Así quedó demostrado días pasados con lo ocurrido en la municipalidad de Salvador Mazza, cuando la candidata a senadora nacional Sonia Escudero atendía el reclamo de un grupo de vecinos del paraje El Sauzal, quienes se ven obligados a cruzar la frontera con Bolivia y “comprar agua” en el vecino país.
El paraje, ubicado a 5 kilómetros de Salvador Mazza, tiene una población de unos 400 habitantes que en la época más crítica se abastecen de una bomba que la mayoría de las veces no funciona. La opción a la compra de agua en Bolivia es esperar a que llueva y que baje agua por la quebrada internacional.
Esta realidad era escuchada por la senadora Escudero, cuando desde un balcón de la Municipalidad, la interventora Mercedes Junco la emprendió con gritos e insultos de grueso calibre contra la legisladora, quien optó por retirarse del lugar. Pese a todo, lo positivo de ese momento desagradable fue que finalmente los vecinos fueron recibidos por la interventora, aunque nadie puede garantizar que, de no haber sido por esa situación, los reclamos vecinales hubieran sido siquiera escuchados por Junco. Cabe recalcar que el problema aún no fue resuelto.
Otra situación que desnuda crudamente aspectos de campaña y que deberían ser parte de una política asistencial del Gobierno, es lo que ocurrió en el paraje El Algarrobito, en Fortín Dragones, Embarcación. La comunidad wichí está encabezada por el cacique Carlos Vásquez. “¿Por qué hacen sufrir a los chicos? Que me saquen a mí los beneficios, pero a los chicos no. Nos castigan por política, pero el agua no es política, todos necesitamos agua. Me dicen que si tengo roto el tanque de agua, que lo vaya a ver a Juan Carlos Romero” reveló el cacique que le dijeron desde la Municipalidad. El Algarrobito estuvo 3 meses sin agua y finalmente ayer le acercaron una solución, aunque no precisamente desde el municipio.
Otra situación: Morillo. El poblado fue noticia nacional a partir de un informe sobre muertes por falta de agua y desnutrición que el periodista Jorge Lanata llevó a su programa Periodismo Para Todos. Hubo una colecta internacional y mañana la fundación Conin estará acercando tanques de 500 litros de reserva. Es probable que allí aparezcan funcionarios provinciales y sus candidatos.
Reclamos atendidos,
pero no por el municipio
Luego de tres meses sin agua, finalmente los pobladores de El Algarrobito respiraron aliviados. El agua les fue reestablecida. Carlos Vásquez, cacique de esa comunidad wichí agradeció la nueva bomba y la reparación del tanque. Hizo notar la ausencia total de las autoridades de Embarcación. “Se negaron a ayudarnos”, dijo.