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Cuando las cosas van mal, ni la confianza ni el respaldo expresado de la boca para afuera tienen la suficiente fuerza como para torcer una realidad ni sostener un proceso en el que se apostó en su momento. La dirigencia de Central Norte apostó por Gustavo Coleoni, y jugó todas sus fichas a pleno. Pero los resultados, al cabo de diez fechas, fueron una certera cachetada (el cuervo sumó apenas 8 de 33 puntos en juego y cerró la primera rueda último, cómodo). Y pese al descargo poco claro del entrenador en la noche del viernes, luego del empate con Chaco For Ever, en el que dijo tener el total respaldo de la dirigencia para continuar, él y los que hoy conducen el club saben muy bien que ese mismo “respaldo” en el fútbol es más frágil que una copa de cristal, que podrá romperse cuando la situación ya se torne insostenible.
Si bien el descontento con el entrenador crece, la directiva azabache no está dispuesta a asumir los costos de despedir a Coleoni, por el elevado contrato que hoy vincula al entrenador con el club, quien, según se supo, le habría dicho “no me voy ni loco” a un allegado tras la igualdad con For Ever en el Martearena.
La dirigencia no desea rescindir con el técnico y el mismo DT no está dispuesto, por ahora, a dar un paso al costado. Sin embargo, hay situaciones difíciles de sostener y el Sapito ya quedó condicionado tras el último resultado. Y el próximo encuentro ante San Jorge, el domingo 3 de noviembre en el Martearena, terminará siendo determinante en relación al futuro del entrenador.
Por el momento, quienes “pagarán los platos rotos” por el crítico momento futbolístico de Central Norte son algunos jugadores, según confirmó un allegado directo al plantel y tal como lo presagió Coleoni antes de interrumpir súbitamente su diálogo con la prensa el pasado viernes en el estadio, al afirmar que “llegó la hora de tomar decisiones”.
Las decisiones deberán emanar de la dirigencia; y un sector de la misma ya abrió el paraguas en la semana, al deslizar que habría un “castigo” a los bolsillos del plantel, amenaza que no hace otra cosa que predisponer para mal a los jugadores cuando la situación es turbulenta.
Los dirigentes optarán por “reprender” a aquellos jugadores en los que apostó equivocadamente Coleoni y que hasta ahora no demostraron absolutamente nada.
Una seguidilla muy extenuante
Central Norte tiene por delante una agenda muy extenuante, la cual exigirá lo máximo de cada uno de los jugadores que conforman el plantel que conduce Gustavo Coleoni.
El primer compromiso para el cuervo, luego de la pálida imagen que dejó con Chaco, será frente a San Jorge, al que recibirá el próximo domingo 3 de noviembre en el estadio Martearena (partido decisivo para el futuro). La minigira de Central continuará tres días más tarde (miércoles 6), donde jugará nuevamente el gran clásico salteño ante Juventud, esta vez por la Copa Argentina. El domingo siguiente visitará a Central Córdoba, en Santiago del Estero.
López, insultado en la “popu”
El expresidente de Central Norte, Juan López, dijo presente el viernes pasado en el Martearena frente a Chaco For Ever y apoyó al club de sus amores desde la popular. López intentó pasar desapercibido, pero un grupo de hinchas lo reconoció y lo insultó, obligando al dirigente a retirarse de aquel sector de la tribuna.
Nuestro torneo es muy sufrido
El oscuro presente azabache denota una decepción que parece incontenible, porque no se logró cumplir ninguno de los objetivos fijados a principio de temporada.
Finalizar la primera mitad del torneo en el último lugar, del cual nunca pudo salir, marca una fatídica realidad para Central Norte.
Martín Aguirre, defensor cuervo, habló sobre el pésimo campeonato que hicieron hasta el momento y admitió: “Nuestro torneo es muy sufrido, esto no estaba en nuestros planes. En esta primera ronda, salvo en el clásico, que lo ganamos muy bien, no hubo una superioridad nuestra sobre los rivales, ni tampoco de ellos sobre nosotros”.
El flojo desempeño frente a Chaco, expuso una gran autocrítica de Aguirre, quien analizó: “Chaco convirtió por desfasajes nuestros, no por virtudes de ellos. No hubo superioridad, pero la tabla marca que tenemos ocho puntos y vamos últimos. Es la realidad”.
La bronca del “9”
Oscar Altamirano marca diferencia y se destaca sobre el resto de los delanteros azabaches. El Gordo, sin mantener una constancia como titular, se convirtió el viernes en el máximo goleador de Central, ya que marcó en dos oportunidades frente a Chaco For Ever, sumando cuatro goles a su cuenta personal.
El nuevo cachetazo y empate (3-3) con el equipo chaqueño dejó un vacío y “mucha bronca, porque se nos escapó el triunfo, pero tenemos que levantar la cabeza. Tenemos muchos partidos de local, pero se nos va a complicar mucho si no empezamos a ganar”, opinó Altamirano.
Central no puede despertar de una terrible pesadilla y cerró la primera mitad del torneo último.“Nadie esperaba esta primera ronda tan nefasta, pero hay que dar vuelta la página y corregir errores para que no nos vuelvan a convertir”, subrayó el delantero azabache, tratando de aferrarse a las esperanzas que tiene el cuervo de revivir.