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El encuentro de jubilados desnudó la necesidad de hospedaje que tiene la Ciudad Termal para recibir a un número superior de 700 personas.
El 8vo. Encuentro Regional y Segundo Nacional de Folclore de Jubilados y Pensionados realizado el último fin de semana dejó al descubierto las falencias en materia de hospedajes, por lo que se tuvo que apelar a casas de familias para alojar a los participantes del encuentro.
Cabe recordar que dos hoteles íconos de Rosario de la Frontera, el Hotel Termas y el Automóvil Club (ACA), no pudieron recibir este año a las delegaciones de los jubilados.
El primero se encuentra en refacción y solamente funcionan algunas habitaciones.
El ACA, en tanto, directamente cerró sus puertas al público y no brindó servicios.
La situación fue atemperada con la inauguración de un emprendimiento hotelero privado, perteneciente a la familia Teseyra, ubicado en avenida Las Carretas.
Casas de familia
Por otra parte, propietarios de las viviendas que pusieron a disposición sus casas para albergar a los jubilados que se quedaron sin hospedaje, manifestaron a El Tribuno la necesidad que el Estado, ya sea municipal o provincial, realice un diagnóstico para saber a ciencia cierta la cantidad de casas que estarían en condiciones para albergar al turista y de ser necesario otorgar líneas de crédito blandos para ayudarlos a refaccionarlas o ampliarlas.
De esta manera se posibilitaría la llegada de más delegaciones de jubilados de Tucumán, Catamarca y Santiago del Estero, que no pudieron asistir al encuentro, precisamente por la falta de alojamiento.
“Es importante que el Estado acompañe al sector privado para articular proyectos, pero fundamentalmente ideas para que empecemos en serio a trabajar sobre turismo” dijo Emma, una ama de casa.