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Comprar autos, refugio del peso

Domingo, 06 de octubre de 2013 01:43
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Las fábricas automotrices este año no se pueden quejar. El sector de ventas, con motivo de que la gente quiere preservarse de la inflación, invierte en cero kilómetro.

Es por eso que a lo largo de 2013, se venderán, como mínimo, 920.000 vehículos, lo que implicará un crecimiento de más del 8% respecto a 2012.

Una realidad similar se está viviendo en el mercado de autos usados que en los primeros ocho meses superó la marca del año anterior y también está a punto de tocar un nuevo nivel histórico.

Sin embargo, como viene remarcando un creciente número de economistas, el éxito que está viviendo esta rama de actividad no es más que una consecuencia de los desfasajes que acosan a la economía. El cepo a la compra de dólares por la vía legal, que restringió el acceso a uno de los “refugios predilectos” de los argentinos motiva las compras de los cero.

La aceleración de la tasa de inflación durante los últimos años generó que los pesos comenzaran a “quemar” en las manos de la clase media.

La ausencia de alternativas de inversión para los pequeños ahorristas, especialmente para aquellos que buscan opciones poco sofisticadas, es otra de las causas por las cuales creció la demanda de vehículos nuevos.

Las menores posibilidades de acceder a una vivienda propia, por el encarecimiento del metro cuadrado en términos de salarios y por la “sequía crónica” de programas de créditos hipotecarios, el cero es un atractivo.

Así fue como, en los últimos meses, los autos se convirtieron en una opción cada vez más tentadora para poner esos pesos que, debajo del colchón, irremediablemente verían mermar su poder de compra.

“Los argentinos están adquiriendo autos para cubrirse contra la inflación. Si no existiese la restricción a la compra de dólares, evidentemente no se darían los números récord que se prevén para este año”, destacó Gabriel Caamaño Gómez, economista.

Fuerte presión para el ahorro

Los economistas, de acuerdo al contexto de un alza permanente del costo de vida, creen que el ahorro tiene presión.

La fuerza que lo “aprisiona” es la inflación. En cambio esa presión, incentiva el consumo presente a costa del consumo futuro. Y, al no poderse ir al dólar libremente, o al estar cada vez más lejos la posibilidad de comprar una vivienda, los autos sin dudas se llevan gran parte de la demanda.

Los directivos de algunas de las principales concesionarias del país ven más allá y no sólo asocian la compra de un vehículo con una estrategia de “resguardo” antiinflacionario, sino que además hacen referencia a una lisa y llana “inversión”.

No se deprecian

La principal razón está en que, por la propia dinámica inflacionaria que aqueja a la economía, los vehículos no se deprecian en términos nominales.

Por el contrario, quien adquirió un cero kilómetro hace uno o dos años, es muy probable que hoy pueda vender esa misma unidad, ya usada, a un valor superior al que ésta tenía cuando fue sacada de la concesionaria.

Sin embargo, la realidad es que, en términos reales, es decir, considerando la inflación, en los últimos años los valores de los vehículos corrieron bastante por debajo del índice de precios. Y más aun de los salarios.

Esto es lo que lleva a que los directivos de la industria automotriz afirmen que “nunca haya sido tan conveniente como ahora” adquirir un vehículo en términos de ingresos.

Esto, lógicamente, llevó a que la cantidad de ingresos necesarios para acceder a una unidad nueva se haya reducido de manera notable.
 

 

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