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No iba a ser una elección cualquiera. Después del escándalo con repercusión nacional, donde fue atrapado por las fuerzas del orden en el ropero de un prostíbulo, Carlos Villalba, el intendente más polémico de Salta, buscaba otra vez la reelección en Salvador Mazza. Sin embargo, no fue el bochorno lo que lo alejó del poder, esta vez el pueblo de la localidad le soltó la mano. La mayoría de los 16.367 electores del municipio eligieron para sucederlo a Rubén Méndez, de Juntos para la Victoria. El intendente movilizó durante toda la jornada el aparato político que lo respalda, pero no alcanzó. Por muy poco no quedó tercero detrás del Frente Salteño, que conduce Francisco Ibáñez. La era de Carlos Villalba llegó a su fin.
La derrota del movimiento Seguimos Creciendo, que conduce el destituido intendente, se fue gestando de escándalo en escándalo. El traspié en el bulín terminó con sus aspiraciones políticas dentro del Partido Renovador de Salta; también con las de su mujer y su hija, que eran candidatas en primer término a diputada y concejal, respectivamente. Pero por suerte para Villalba el Partido Justicialista, que tiene por máxima autoridad en la provincia al gobernador, abrió las puertas de la esperanza al vapuleado funcionario. Para colmo su municipio fue intervenido y el destituido intendente, además, fue procesado por otro escándalo, un impresionante faltante en efectivo de alrededor de 16 millones de pesos de la caja de la Municipalidad.
Pero como no está muerto quien camina, Carlos Villalba se levantó el día de las elecciones sabiendo que esta era a todo o nada. El ambiente estaba caldeado la mañana del domingo en el pueblo de frontera, vecino a la boliviana localidad de Yacuiba.
El diario El Deber, de Bolivia, contó ayer que miles de ciudadanos bolivianos cruzaban la frontera para votar como argentinos. En Salvador Mazza calculan que son entre 4 y 5 mil personas.
“Los falsos residentes de origen boliviano tienen domicilios truchos en Salvador Mazza y votan como extranjeros. En realidad viven en Yacuiba”, publicó El Deber.
Periodistas locales denunciaron el sábado a la noche la llegada de cientos de ciudadanos bolivianos que llegaban para las elecciones. La periodista de FM Vida, de Salvador Mazza, Loly Lowinger, le dijo a ese medio que “la gente que cruza la frontera para venir a votar recibe bolsones de mercadería por una suma aproximada de $150”.
Los números de la derrota en Pocitos
Fue muy bajo el porcentaje de votantes en la localidad de frontera. Había 16.367 personas empadronadas, pero solo votaron 9.859, un 60,24% del padrón. Con el 100% de las mesas escrutadas, Rubén Méndez, de Juntos Para La Victoria, obtuvo el 37,3% de los votos, con 3.238 sufragios. “Seguimos Creciendo”, del derrotado Carlos Villalba, sacó el 22,9% para el Partido Justicialista, con 2.253 votos. El Frente Salteño, que conduce Francisco Ibáñez, sacó 1.908 votos, con el 21,9% de los votos.
Incidentes
Los primeros incidentes llegaron por la mañana. Punteros políticos de distintas facciones esperaban cautivar votantes al lado del Pórtico Internacional de la Patria, cerca de la Escuela de Comercio Antártida Argentina. El punto de encuentro, justo a unos metros del paso internacional, se volvió escenario de empujones e insultos.