inicia sesión o regístrate.
Mientras Guillermo Moreno y la AFIP, mantienen a rajatabla el control de las “cuevas”, reduciendo al mínimo las operaciones de dólares en el mercado informal, el ingenio popular no descansa y aprovechando el consejo que dice que cada crisis trae su oportunidad, salieron a buscar nuevos canales de ventas. Hoy, debido a la inflación las actividades rentables se redujeron cada vez más y frente a los altos costos y escasas ventas la maratón de los perdedores, suma día a día nuevos inscriptos.
Claro, que fueron los “arbolitos”, pero no los de “la doce”, quienes patentaron las legitimas “cuevas”, que escondida bajo la fachada de un negocio de joyería “trucho” y casa de ventas de lapiceras y otros artículos, al imperio del otoño financiero hicieron grandes negocios.
Escapando a la crisis, muchos empresarios se vieron obligados a buscar alternativas para generar nuevos ingresos, o al menos para recuperar parte de lo invertido. El caso más frecuente es que de pronto se encuentran con un gran stock de mercadería que no pudieron colocar y para no seguir perdiendo instalaron auténticas “cuevas privadas” que bajo la única publicidad del “boca a boca” suma nuevos adeptos interesados en comprar más barato. Estos ámbitos comerciales sin vidrieras, habitualmente funcionan en un “garaje” o en un departamento dónde concurren los potenciales clientes, que son recibidos y atendidos de manera personalizada. La ventaja, es que además los precios están entre un 30% o 40% más baratos, que lo que habitualmente se consiguen en los negocios comerciales.
Se caracterizan por una nada despreciable variedad de artículos, que incluye ropa, zapatos, artículos de cuero, joyas y accesorios. En otros casos, productos de bazar, electrónica y artículos del hogar.
Esta actividad ha venido ganando mayor vuelo por el uso de redes sociales como Facebook. En este caso la utilización de las redes a través de internet facilita las operaciones.
Los argumentos
Entre las principales razones se destaca que no se paga alquileres ni empleados, situación que incide en los precios finales. Otra razón para tener en cuenta es la calidad de la mercadería, porque esto ayuda a mejorar el perfil del negocio, destacando que en estos lugares se pueden encontrar productos que se ven en las vidrieras de los shopping pero más baratos. Cabe destacar que en muchos casos la mercadería es similar a la que los mismos fabricantes que les confeccionan en sus talleres a las marcas reconocidas. En lo referente al pago, para los casos en los que los showroom casi se convierten en “pequeños comercios” (aunque sigan ofreciendo su mercadería dentro de un domicilio), las posibilidades de pagar con tarjeta de crédito resultan cada vez más frecuentes.
Otra competencia desleal en marcha
Desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), destacaron que es un fenómeno que viene creciendo y se está haciendo cada vez más fuerte. Sin embargo en el sector “tradicional” no faltan voces que tildan a esta modalidad como de “competencia desleal”.
Consideran que esta metodología favorece el comercio informal, por cuanto no pagan impuestos ni cargas sociales, perjudicando a quienes lo hacen y que sufren esta situación.
“Todo este fenómeno ocurre a la par de que se profundiza el cierre de locales a la calle, producto de la fuerte suba de costos laborales, de mantenimiento y la elevada presión impositiva”, destacaron.
En la actualidad, en barrios e importantes avenidas comerciales se observa más de un comercio cerrado por cuadra.
“Este año hay más negocios cerrados en relación con el año pasado”, confirmó Vicente Lourenzo, de CAME.
“Se vende menos y no cualquiera aguanta la carga que implica el pago de empleados, impuestos, mantenimiento y alquiler”, afirmó. La entidad realizó un trabajo en el que se detalla la cantidad de locales vacíos en los distintos centros comerciales a cielo abierto.
LA “BRASILDEPENDENCIA”
El intercambio comercial argentino-brasileño es deficitario para nuestro país. Argentina importa mucho de su socio y le vende poco, efecto de la “brasildependencia”