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En más de una oportunidad escuché a la gente quejarse del servicio que brindan los hospitales públicos en nuestra provincia. Hoy estoy escribiendo esta carta de lectores para que la comunidad sepa que no es siempre así. Los primeros días de noviembre sufrí un complicado cuadro respiratorio que puso en peligro mi vida. El servicio de emergencia Samec, que se portó muy bien, me llevó al hospital del Milagro (Sarmiento y Entre Ríos) y, ante la complejidad del cuadro que presentaba, pasé inmediatamente a Terapia Intensiva.
Después de 2 o 3 días comencé a recobrar la conciencia gracias a la excelente atención tanto de médicos como de enfermeros. Tengo solo palabras de agradecimiento hacia todos ellos: la cordialidad, servicio, paciencia y dedicación que demuestran todos los que allí trabajan es digno de destacar y felicitar. Tanto mi familia y amigos que estaban cerca mío eran informados con paciencia y claridad de la evolución de mi enfermedad. Solo quiero al escribir esta carta que la comunidad salteña sepa del óptimo desempeño de médicos y enfermeros que trabajan día y noche en la terapia intensiva de Hospital del Milagro.
Muchas gracias a todos ellos y que el Señor del Milagro los bendiga.
Marta Cristina López
Ciudad