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5 de Julio,  Salta, Centro, Argentina
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Locuciones salteñas, tucumanas... y argentinas

Martes, 10 de diciembre de 2013 04:28
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El noroeste argentino se caracteriza, como lo destaqué en varios de mis escritos, por un dialecto del español signado por el quichua -lengua del imperio incaico-, pero también por otras regionales, como por ejemplo el cacán y el calchaquí, propias de los valles del sur de Salta y del norte de Tucumán, y por varias del espectro guaraní (muchas de ellas vivas, aunque con pocos hablantes), como el toba, tapiete y wichi, entre varias.

Esta variedad lingística, que en forma particular se da en la provincia de Salta, otorga a nuestro español características distintivas. Sin embargo, en lo que respecta al vocabulario, al aspecto fonético (acentos o tonadas) y gramatical, hay más coincidencias que diferencias. Por eso, se puede hablar de un dialecto del español del noroeste, que tiene como elemento predominante la influencia quichua.

Una de las estudiosas más importantes de esta región (aunque sus estudios se centran sobre todo en el español de Tucumán), es la Dra. Elena Rojas Mayer, de la Universidad Nacional de Tucumán. En su inicio profesional realizó varias investigaciones relacionadas con el dialecto tucumano del español, las que continuó y complementó a lo largo de su carrera. Una de sus primeras publicaciones, titulada “Aspectos del habla en San Miguel de Tucumán” (1980), ha sido producto de dichas pesquisas. Lo valioso de sus observaciones y conclusiones consiste en que encuestó y grabó conversaciones de residentes tucumanos de entre dieciocho y setenta y dos años de edad. Las personas informantes han sido elegidas de todas las clases y estamentos sociales, como asimismo respecto de todas las actividades sociales de Tucumán: analfabetos, con estudios primarios, secundarios, universitarios, comerciantes, cañeros: exponentes de todo el espectro laboral. Esto da a su estudio una amplitud tal que exhibe una muestra cabal de la población tucumana en su conjunto.

Con algunos elementos lingísticos de este material -que presentaré a continuación- será posible realizar una comparación con los usos propios de Salta, con lo cual comprobaremos la similitud de nuestras locuciones con las de los tucumanos, como también algunas diferencias que del examen se derivan.

Aclaro que este estudio se efectuó a fines de la década del ´70 y principios del ´80; por eso verán que hay coincidencias en varios de esos usos que aún perduran. Lo cierto es que, con estas citas, identificarán algunas formas de expresión que han usado o que han escuchado de parte de personas de cierta edad.

Algunos dichos arraigados

A continuación, por lo tanto, trataré de presentar algunas formas de expresión, de la lengua oral espontánea, que Rojas distingue en su investigación, a las cuales se puede reconocer como utilizadas también en nuestro medio social.

En los niveles sociales medio y bajo aparecen hábitos lingísticos afianzados, como los que se consignan a continuación:

a) La construcción “lo que es” se usa con el propósito de dar más fuerza a una expresión. En general, es seguida por un pronombre personal (aunque pueden ir otras palabras) y tiene el valor, o es equivalente a, “en cuanto a”, “por (mi/tu/su) parte” o “cuánto”, y otras formas, tal como se aprecia en estos ejemplos: “­Lo que me hizo renegar esa chica!” (cuánto). “No te imaginás lo que te estás perdiendo” (cuánto). “Lo envidio lo que ha subido a ese cerro tan lindo” (porque) [esto último creo que no se usa en Salta]. “Lo que es yo, no pienso decir una palabra” (en cuanto a mí). “Voy a pagar todo; lo que sí, el adicional, ni pienso” (eso sí). “Quedate tranquilo, pero lo que sí, decime qué tengo que hacer” (eso sí). Sin embargo, hay algunas expresiones que no he escuchado en Salta, pero sí detectadas en Tucumán, como: “Da saltos de alegría lo que llega su amo” (cuando / porque). “El pobre está lo que es sacar cuentas” (sacando cuentas sin tregua). Aquí diríamos: “Está meta sacar cuentas”.

b) El compuesto “cómo no” en lugar de “por supuesto, claro que sí, con mucho gusto”, que responde a una interrogación. “¿Podés venir un momento?”. “Sí, cómo no”.

c) Las dicciones “como se llama (comosiama)” y “cómo es (comué)” utilizadas más bien en el nivel bajo, aunque no son exclusivas de este, para suplir otro sustantivo. “La carpeta está sobre el "comosellama' ese” (mueble, etc.). “No me gusta el "comué' ese que atiende la boletería” (señor, hombre).

d) Otra parecida a la anterior: “no sé cuánto”: “Se llama Esteban no sé cuánto”, por no conocer su apellido.

e) “El otro día / mes / año”, en lugar de “próximo”, “anterior” “siguiente”, entre otros. “El vive en la otra casa” (vecina, la de al lado). “El otro mes le pagaré el resto” (próximo). “El otro año va a ser mayor de edad” (próximo). “El otro mes gasté mucho menos” (anterior). “Al final, la otra vuelta (vez) no charlamos nada” (en una oportunidad anterior).

f) “Cualquier día”, con el sentido de “nunca”. “Te voy a reventar”. “¿Sí?, ­Cualquier día!”.

g) “Cualquier cantidad”, para indicar “mucho”, “en gran cantidad”. “Está lloviendo cualquier cantidad”. “Había cualquier cantidad de gente”. “Tu papá te trajo cualquier cantidad de regalos”.

h) La utilización del adverbio “medio”, que no tiene variación de género, como “media” para el femenino. “Estoy media cansada”: Lo correcto es “medio cansada”.

i) Algo que destaca en nuestro noroeste es el empleo del artículo, no solo para nombres propios, sino para otras situaciones que no se dan en el sur. “Vivo en la Monteagudo” (por “la calle”). “Me bajo en la Entre Ríos”. “Esa casa está en la España, esquina San Juan”.

j) Contrariamente a lo que sucede en el sur del país, en el noroeste se coloca el artículo, con valor de posesivo, para indicar que la persona o el objeto pertenece al que habla. Cuando una madre dice: “Vamos a la casa”, se refiere a la propia. Lo mismo sucede cuando expresa: “La mamá me dijo que vaya a su casa” por “mi mamá”.

Estos constituyen algunos ejemplos de muchas dicciones propias de nuestra región. Algunas de ellas también es posible escucharlas en otros lugares del país, incluso en el sur, donde se detecta una forma más sintética de hablar, sin utilizar artículos, preposiciones y otras palabras.

Seguramente el lector habrá identificado varias expresiones que ha escuchado o, incluso, que él mismo utiliza. En sus conclusiones, la Dra. Rojas destaca las locuciones y dichos tucumanos, pero los extiende a toda la región del noroeste argentino en razón de la influencia ejercida por la lengua quichua, gracias a que el imperio inca estuvo asentado, con su cultura y actividades comerciales, en esta zona cordillerana.

 

 

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