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“Zapatero a tu Zapato” dice el refrán popular, esto es para referirme al cambio de gabinete del gobierno. Me llama poderosamente la atención aunque en virtud de la “esperanza que no se pierde” no debería ser así conociendo los “bueyes con que se ara” amerita otro dicho y esto es porque desde el inicio de gestión de este gobierno el área de Desarrollo Humano, un área extremadamente sensible para la administración de la pobreza y la vulnerabilidad estuvo a cargo y es la tendencia de quienes administran números o que no tienen acaba idoneidad de esta realidad.
Es lo mismo que la Justicia estuviera a cargo de un ingeniero o en su defecto que en el Ministerio de Salud haya un contador. Este parece ser el perfil impuesto por el gobierno. El análisis de esta situación es el siguiente, la pobreza y la cuestión social no esta en la agenda del Estado como prioritaria sino solo en el discurso de un estado cuyo eje es la teoría del estado de bienestar como bien lo define en su artículo el Dr. Nallar “un estado benefactor es un déspota ilustrado que pretende resolver los problemas vitales de la gente desde arriba hacia abajo”, le agregaría que esta acostumbrado a las dádivas que callan los derechos y pretenden mostrar a quienes no saben de estas cuestiones de la que son parte por ser ciudadanos que pagan sus impuestos pero indiferente a los que se hace con ellos, que hay un equilibrio aparente que no es real, que no produce movilidad social ascendente.
De allí que todos los subsidios que se dan no alcanzan a cubrir las necesidades básicas de las familias que algunas ni se enteran que es solo un complemento para el sustento diario y tienen fines que no se cumplen. El Desarrollo Humano es incompatible con el Estado de Bienestar. Así es fácil captar votos por canje y no por calidad de gestión. Una excelente periodista Ana Cristina Aristizábal Uribe escribió un articulo que dice entre otras cosas "El peor daño que se le hace a una persona es darle todo.
Quien quiera anular a otro solo tiene que evitarle el esfuerzo, .regálarle todo: comida, diversión y todo lo que pida. Así le evita usar todas las potencialidades que tiene, sacar recursos que desconocía y desplegar su creatividad. Quería comentarle al Sr. Gobernador que a parte de las profesiones tradicionales que parece que solo conoce, existen aquellas cuya intervención en cuestión social es su objetivo, insistir en una sola mirada define su interés por resolverla o mantenerla.
Alejandra Fernández
Capital