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Cerrillos recuperó en parte la tradición de los juegos carnestolendos, en los que no faltaron la “bombuchas”, las ramitas de albahaca, el harina y las pinturas. El lunes por la tarde, en la Capital del Carnaval, la fiesta tuvo lugar en la plaza Serapio Gallegos donde centenares de vecinos se congregaron para dar rienda suelta a la diversión.
En la oportunidad, la Municipalidad local organizó un acto homenaje a Herman Ceballos por su larga trayectoria como músico y compositor.
El intendente Rubén Corimayo fue el encargado de entregarle una plaqueta conmemorativa.
“Me emociona este homenaje que me brinda la Municipalidad y toda la comunidad cerrillana. Pertenezco a una familia que echó profundas raíces en esta tierra, desde tiempos de la independencia”, comentó don Herman.
Agradeció, además, la publicación de una nota del periodista Luis Borelli en el diario El Tribuno sobre la historia de su familia, tan antigua como el pueblo y ligada a los acontecimientos patriotas en épocas de la lucha por la independencia.
Los juegos tradicionales
Muchos de los presentes destacaron la iniciativa de retomar los antiguos juegos de carnaval, que en otros tiempos atraían a todos los salteños que encontraban en Cerrillos el lugar ideal para la celebración del Rey Momo.
“Esto es lo que nos identifica. Muchas veces se gasta muchísimo dinero en festivales folclóricos, que se repiten a lo largo y ancho de la provincia y descuidamos lo que realmente es nuestro y que hoy en día, quedó demostrado, resulta atractivo para toda la comunidad, especialmente para los jóvenes que se sumaron masivamente a la propuesta” comentó una vecina.
La herencia de los Ceballos
En Cerrillos, la familia Ceballos es quizá, tan vieja como el pueblo. Don Mariano, uno de los primeros Ceballos que se recuerdan, solía contar, allá por los años ‘30, que un antecesor suyo había jurado en Salta la Independencia y firmado el acta correspondiente. Y orgulloso remataba: “Y para que sepan, el juramento lo tomó el general Güemes”.
La historia fue corroborada por el cura Angel Peralta, párroco del pueblo, luego de acceder a los documentos de 1816. Y más aún, el cura descubrió que en el juramento habían sistido dos Ceballos; Pedro Antonio y Blas. Y también, que tal como decía don Mariano, Güemes había presidido aquella ceremonia.
En tanto Herman, el homenajeado el lunes en Cerrillos, es un músico destacado que formó parte de inmuerables grupos a lo largo de su vida.
En la actualidad, padre e hijos integran el conocidos conjunto cerrillano “Los Ceballitos”.
Con bandoneón, bombo y guitarra, son fieles intérpretes de la más pura música carpera. No faltan quienes comparan a los Ceballos con los aires carperos del “Payo” Solá; otros con “El Chañarcito”, de Marcos Tames, y del cual, Herman, fue guitarrista alguna vez.
“Los Ceballitos”, llevan en su sangre más de 150 años de música nativa. Por sus venas corren los lejanos
sonidos de la guitarra del bisabuelo; las estridencias marciales del clarín del abuelo sargento; y el sollozo profundo del bandoneón del tata Herman que todavía llora por las carpas perdidas.
- Herman Ceballos es el único bandoneonista de trascendencia nacido en Cerrillos, porque Marcos Tames era oriundo de El Tala y el Payo Solá, cafayateño. Ambos fueron grandes animadores de los carnavales cerrillanos.