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Con un clima ideal, en la vuelta de Ramón Díaz al Monumental, River Plate edificó ante Estudiantes de La Plata su segundo triunfo al hilo en el torneo. Si bien el equipo no brilló, hizo los méritos necesarios para quedarse con los tres puntos.
El millonario consolidó una victoria justa y legítima en el primer tiempo, cuando fue netamente superior a Estudiantes, merced a un trabajo inteligente desde su línea de fondo, pasando por el medio juego con buena creación y marca.
Mientras que sus delanteros fueron eficaces y pudieron haber extendido el marcador, tras anotar un golazo Trezeguet, mientras que enfrente tuvieron un rival impotente y sin ideas que la sacó barata en la etapa inicial.
El desempeño del mediocampista Ariel Rojas fue fundamental para funcionamiento colectivo del equipo de Ramón Díaz. El exjugador de Godoy Cruz reemplazó a la perfección a Leo Ponzio y además participó en la jugada del gol al asistir a Lanzini que a su vez le cedió el balón a Trezeguet, que definió con una volea de su ‘‘marca registrada’’.
River siempre trató de jugar por abajo. Hizo rodar la pelota desde el fondo, pasando por la línea media y sus definidores, que oportunidades no le faltaron pero no estuvieron finos para ampliar el marcador y ganar el partido con comodidad.
En el segundo tiempo, el local no tuvo la solidez y continuidad que mostró en los primeros 45m. y no fue el protagonista a pesar que Estudiantes no lo llegó a inquietar demasiado. El debut del juvenil Juan Manuel Iturbe -reemplazó a Lanzini-, solo aportó una buena acción. Tuvo una oportunidad de gol al rematar de izquierda entrando al área chica y el arquero Agustín Silva desvió la pelota.
River ganó otra vez porque de la cabeza está muy fuerte y porque la defensa otorga una seguridad importante para pelear por los primeros puestos. Pegó en el momento justo y si bien no lució fue efectivo y se trepó a la punta.