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Un día después del referéndum realizado en las islas Malvinas, en el cual el 99,8% de sus habitantes se pronunció a favor de seguir siendo territorio del Reino Unido, las repercusiones son incesantes. El primer pronunciamiento oficial de las autoridades del archipiélago lo realizó ayer la Asamblea Legislativa, la cual le advirtió a la presidenta Cristina de Kirchner que los isleños no tienen “absolutamente ningún deseo de ser dirigidos por el gobierno de Buenos Aires”.
“Presidenta Kirchner, le hemos enviado un mensaje: no tenemos ningún deseo de ser dirigidos por el gobierno de Buenos Aires”, aseveró Gavin Short, uno de los ocho miembros del cuerpo. Y agregó: “Espero que respete eso. Ahora es tiempo de que el resto del mundo empiece a escuchar la voz de los isleños, antes que mentiras vacías, retórica sin fin e imposturas políticas”.
Del otro lado del Atlántico, el primer ministro británico, David Cameron, instó a la Argentina a “respetar” el resultado del referéndum. “Los habitantes de las Falkland (nombre británico de las Malvinas) no podían hablar más claro. Quieren seguir siendo británicos y todo el mundo, incluida Argentina, debería respetar eso”, dijo Cameron. “Las Falkland pueden estar a miles de millas de distancia, pero son británicos hasta la médula y eso es lo que quieren seguir siendo. La gente tiene que saber que siempre estaremos ahí para defenderlos”, dijo.
Por su parte, el Congreso de la Nación manifestará mañana su rechazo al referéndum a través de dos proyectos de declaración que serán tratados en Diputados y en el Senado.
El Parlamento expresará así la posición argentina ante la consulta. Se trata de uno de los pocos temas en los que el oficialismo y la oposición coinciden, ya que consideran que el referéndum no tiene validez en el marco jurídico internacional.
El Senado tratará un proyecto presentado por el legislador del FAP Rubén Giustiniani, quien pidió una sesión especial para manifestar el rechazo y “denunciar la trampa que esconde la apariencia de participación popular en el caso de un pueblo implantado”. Y en Diputados se someterá a votación una iniciativa del diputado salteño del FpV Pablo Kosiner, quien sostuvo que “el caso Malvinas no se encuadra bajo el principio del derecho a la libre determinación de los pueblos, sino que se trata de un caso de colonialismo, en coincidencia con lo establecido por la ONU en múltiples resoluciones”.