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Domir mucho no significa descansar

Domingo, 17 de marzo de 2013 22:27
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Por tratarse de una necesidad básica, hay que prestarle mucha atención para lograr los mejores resultados y satisfacer así la restauración de todas las funciones corporales y mentales.

Hay algunas pautas para tener en cuenta antes de ir a la cama: encontrar la posición adecuada es otro punto importante. Descansar bien es muy importante para restaurar todas las funciones corporales y mentales. Es una necesidad que se debe satisfacer, no sólo en cantidad sino por sobre todo en calidad.

Descansar depende de muchos factores, tales como el colchón, la almohada y hasta del ambiente donde la persona se acuesta.

Muchas veces sucede que la persona se acuesta y comienza a dar vueltas en la cama, boca arriba, de costado y así se pasa toda la noche, sin encontrar la posición adecuada, aunque quizás el problema no es tanto la posición, sino la forma que se adopta o la calidad y forma del colchón.

Lo cierto es que cada uno tiene su forma de descansar y por ende de dormir mejor. De cualquier modo, hay ciertas pautas que se pueden tener en cuenta a la hora de ir a dormir.

Antes que nada es esencial también recordar el colchón y la almohada que sean adecuadas, de manera que la columna vertebral esté recta, sin tensiones y la respiración pueda fluir sin que cause molestias, ni dolores en la espalda o cuello.

Con respecto a las posturas que se deberían adoptar son básicamente cuatro, de acuerdo a cuál uno prefiera. Hay ciertos consejos que pueden ayudar a estar más cómodo y dispuesto para un buen descanso.

Posturas aconsejables

Acostarse boca arriba, la almohada es un punto al cual se le debe prestar atención. Lo que hay que procurar es mantener la columna lo más recta posible, por ello no conviene emplear una almohada muy alta o demasiado mullida. Además, para facilitar la respiración es mejor que se utilice una almohada ligeramente inclinada hacia atrás y de esa manera se evitan los dolores cervicales.

Con respecto a las piernas, si van a estar estiradas es mejor colocar debajo de las rodillas una pequeña elevación con un pequeño almohadón, para que éstas descansen.
No olvidar que dormir boca arriba no es bueno para los que sufren de acidez. Estas personas deben dormir con dos almohadas mientras dure la molestia.

En el caso de que se opte por la posición contraria, es decir, dormir de espaldas, primero se debe saber que es la menos aconsejada, ya que el cuerpo debe mantenerse en una postura un tanto forzada, debido a que se debe doblar el cuello para colocar la cabeza de costado para poder respirar.

Por ese motivo, es mejor dormir directamente sin almohada, sino el cuello quedaría muy tensionado y en postura forzada. Además, es posible que en esa posición se duerman los brazos y otras partes del cuerpo y esto quizás haga que la persona se despierte varias veces por la noche.

En cuanto a la postura de dormir de lado, se puede decir que en relación con la almohada, ésta debería ser más gruesa para poder cubrir bien el hueco que queda entre el cuello y el hombro. Así la columna podrá quedar más recta y cómoda, al tiempo que se evitarán contracturas y dolores. La mejor forma de ponerse es una posición fetal, esto es, acercar las rodillas al pecho. La espalda quedará más recta como la respiración podrá ser más fluida y natural.

Dormir bien

Considerando que el dormir es una necesidad básica, resulta poco sano que deba ser satisfecha de manera inducida mediante órdenes o con alguna medida de parche, como la televisión, el alcohol e inclusive fármacos.

Deben evitarse las comidas abundantes por la noche y las grasas. También las bebidas excitantes como el café y las gaseosas. En cambio es aconsejable consumir ciertos alimentos sedantes, como la cebolla, lechuga, miel y leche.

Definitivamente, el uso de cualquier agente externo que sea utilizado para la inducción del dormir, remite a una alteración del mismo.

La vida agitada, los conflictos significativos no resueltos, los trabajos en turno, el sedentarismo crónico, el exceso de zapping y largas distancias de desplazamiento hacia el trabajo, han hecho de esta necesidad una difícil tarea a resolver.

Encontrar una buena posición es clave para el descanso

La melatonina es una hormona que interfiere directamente en el sueño, alcanzando su máximo nivel a las dos horas de haber conciliado el sueño. Se descubrió que esta hormona es modificada por el nivel de exposición a la luz.

Renovar energías

La siesta renueva las energías y fuerzas del cuerpo. Es la pausa que todos necesitan y que al vivir en ciudades cosmopolitas cuesta lograrlo. Es importante porque ayuda a enfrentar la segunda parte del día.

Para descansar completamente y que la salud no corra ningún riesgo sólo se requieren siete u ocho horas de sueño. Algunos van a protestar porque hasta hace poco se hablaba de que el cuerpo necesita al menos ocho horas diarias.

Algunos consejos para tener en cuenta

Es importante destacar una serie de medidas que permitirán un buen dormir. Por ejemplo: las últimas tres o cuatro horas antes de acostarse, no consumir café, bebidas cola, chocolate o alcohol.

Los ejercicios de relajación pueden resultar efectivos para ayudar a conciliar el sueño. Una buena técnica es concentrarse en la respiración, inhalando y soltando el aire muy despacio, olvidando todos los problemas y sintiendo cómo el cuerpo se va inundando de una luz intensa de color azul que relaja todos los músculos del cuerpo, especialmente los de los hombros, el estómago y las mandíbulas.

Ducharse antes de dormir con agua caliente templada también relaja las tensiones. Esa temperatura también está indicada al levantarse por la mañana, ya que revitaliza y mejora la circulación.

Las ventajas de dormir bien son varias y de hecho distintos especialistas se han enfocado en el tema. Dormir bien aporta en los niños muchos beneficios al sistema nervioso, colabora en conservar toda la integridad del circuito neuronal que está estrechamente ligado con la memoria y el aprendizaje.

El hábito de un correcto dormir también logra el fortalecimiento de las defensas del organismo y acrecienta la resistencia del cuerpo de los pequeños ante las enfermedades.

El aparato circulatorio es otro de los que se ve agradecido con un sueño reparador, dado que realiza un esfuerzo menor durante toda la jornada. La posición vertical hace, en todas las personas en general, que al cuerpo le cueste más derivar la sangre hacia el corazón que cuando se está acostado.

En referencia al aparato locomotor, todos los músculos, la columna vertebral y demás articulaciones, que suelen ser objeto de cierta rigidez, al encontrarse en posición horizontal se liberarán de las tensiones acumuladas durante todo el día, originando de esta forma una excelente sensación de alivio.

También mientras se duerme disminuyen los gastos energéticos que se emplean en funciones reparadoras internas. Es debido a ello que en situaciones de dolencias y enfermedades, dormir ayuda mucho con la recuperación.

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