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Los vecinos de calle Mendoza entre Alberdi y La Florida nos vemos invadidos, desde hace unos meses, por la mugre y la falta de control por parte de la Municipalidad.
Hace aproximadamente tres semanas en Mendoza 665 se abrió un local de venta de papas fritas, panchos y comida rápida. Lo grave de esta situación es que los desechos de aceite en grandes cantidades los arrojan directamente a la calle. Desde ese negocio hasta la esquina de Alberdi es un charco de aceite que se desparrama por las veredas, sumado al paso de los vehículos que salpican sobre los peatones y hasta las paredes de las casas.
Al mediodía, con el calor del sol, el olor es insoportable.
En la esquina de Mendoza y Alberdi existe un bache desde hace años donde se empozan todos estos líquidos. Se suma que en Alberdi 418 funciona un local de venta de CD legales y truchos, cuya propietaria dice ser presidenta de una asociación protectora de animales “Estela Morales”, y convive con más de una decena de perros que retozan en las veredas de los vecinos ensuciando con orina, materia fecal y desparramando la basura.
Se suman los vendedores ambulantes que dejan residuos y cajones y ahora también hay prostitución. Presentamos gran cantidad de notas a la Municipalidad. ¿Qué se hizo al respecto? Nada. Nos derivan de oficina a oficina.
Hoy nuevamente llamamos a la Dirección de Control y nos derivaron a Medio Ambiente para que, mediante una nueva nota, se hagan cargo, ya que ellos sólo controlan que el local esté habilitado. Esa respuesta nos sobrepasó. Una empleada nos confirmó que era la cuarta denuncia en la fecha por lo mismo. El local sigue funcionando normalmente. Somos vecinos que vivimos aquí desde hace más de 40 años, pagamos nuestros impuestos municipales con el 600% de aumento y nos preguntamos si la Municipalidad podría controlar y hacer cumplir las ordenanzas.
Estamos a una cuadra de las peatonales, a media cuadra de la bellísima iglesia La Viña, paso obligado de miles de turistas, pero con negocios en pésimas condiciones, mugre y descontrol. Nos preocupamos por tener una propiedad en condiciones y contribuir con la limpieza de la ciudad, pero somos víctimas de la burocracia y de gestiones paralizadas.