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Una nueva tragedia golpeó ayer a la industria textil de Bangladesh con la muerte de al menos 110 personas, la mayoría obreros, al derrumbarse un edificio que albergaba varias fábricas de tejidos en las afueras de Dacca.
El edificio Rana Plaza, de ocho plantas y que acogía cuatro talleres textiles, se vino abajo a primera hora de la mañana en la población de Savar, 24 kilómetros al noroeste de la capital, dijo el director adjunto del Cuerpo de Bomberos de Dacca, Salim Newaj. Los medios locales sitúan la cifra de heridos entre 600 y 800 personas en uno de los peores siniestros industriales en la historia del país.
Los bomberos, la Policía y personal militar rescataron a unas 150 personas de entre los escombros, mientras continuaban anoche las labores de auxilio en busca de supervivientes. Newaj señaló que todavía quedan personas atrapadas entre los escombros, aunque se desconoce el número exacto.
Según los medios locales, hasta 2.000 personas se encontraban en el edificio, que también acogía un mercado y tiendas de electrónica, en el momento en el que se derrumbó.
Los heridos han sido trasladados a varios hospitales. El director de la Policía Industrial, Mostafizur Rahmán, acusó a los propietarios de las fábricas de ignorar las grietas que habían aparecido en el edificio el martes. “La Policía Industrial pidió a los dueños de las fábricas que paralizasen las operaciones tras descubrirse grietas el martes”, dijo Rahmán.
“Pero ignoraron nuestras directivas y decidieron abrir sus unidades”, continuó el policía.
Acusaron a los jefes
Trabajadores que resultaron heridos en el accidente acusaron a los responsables de las fábricas de obligarlos a ingresar al local y trabajar.
“Ninguno de nosotros quería entrar al edificio, pero nuestros jefes nos forzaron”, dijo Nurul Islam, uno de los trabajadores heridos, al portal de noticias Bdnews24.com.
Esta nueva tragedia que golpea la industria textil bangladeshí se produce cinco meses después de un incendio en una fábrica, que causara 111 muertos, que manufacturaba productos para la compañía estadounidense Walmart.
Las condiciones laborales y la falta de seguridad han levantado críticas contra las autoridades del país asiático y las multinacionales que operan en su territorio.
De tragedia en tragedia
En 2005, 61 empleados del sector del textil murieron y otros 86 resultaron heridos al derrumbarse un edificio de nueve pisos que albergaba fábricas en la misma población donde se produjo el siniestro del ayer.
Desde ese año, unos 500 trabajadores textiles han muerto en el país, de 150 millones de habitantes, en accidentes en fábricas textiles.
La industria textil ha crecido rápidamente en los últimos años en Bangladesh, donde da trabajo a tres millones de personas, o el 40% de la fuerza de trabajo industrial y genera casi el 80% de sus exportaciones.
Todo ello gracias a que los salarios que se pagan están entre los más bajos del mundo, lo que ha atraído a grandes compañías internacionales.
En los últimos años, hubo varias manifestaciones de trabajadores del sector reclamando mejores sueldos.