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Jorge Martorel, el protagonista de esta historia de película, aseguró a El Tribuno, “no conozco otro caso en la provincia como el mío, me hicieron pasar por muerto, robaron un expediente perteneciente al Juzgado Civil y Comercial Minería 1 de la ciudad de Cipolletti, Neuquén, donde se tramitaba el juicio sucesorio de Arturo Gabetti, para que un tal Ramón González, que graciosamente tiene tres años menos que yo, se presente en la Dirección General de Inmuebles como mi heredero, pase mis propiedades a su nombre y luego las venda. Lo sorprendente es que un abogado muy conocido en la provincia es el que realizó las gestiones”.
Tras cinco meses de denuncias, escritos y gestiones, finalmente la jueza Correccional y de Garantías 4 Sandra Espeche comprobó la estafa de la cual fue víctima Jorge Martorel y ya hay una orden para que la Dirección General de Inmuebles restituya la titularidad de las propiedades a su nombre.
“Lo bueno es que me van a devolver mis casas, pero el director de Inmuebles, Juan Esteban García Bes, está durmiendo los papeles, la representante legal de la institución me confirmó a mí y a mi abogada, Silvina Pecci, que ellos realizaron el informe favorable, incluso lo tenemos en nuestras manos, pero el señor Bes está trabando todo. Una vez que se termine con esto vamos a seguir por los culpables, quienes tramaron esta infamia, los abogados y escribanos que se prestaron para esto”, contó.
Una estafa de película
El hecho sucedió el 3 de noviembre de 2012 y fue descubierto por la víctima cuando el conserje de un edificio que está al lado de una de sus casas lo llamó para decirle que personas extrañas estaban habitando el lugar. Jorge corroboró los hechos y ante la desesperante situación sufrió un accidente cerebro vascular (ACV), del que milagrosamente se recuperó.
“Me tomé el tiempo para averiguar todo y tengo los papeles en mis manos, y lo más importante es que estoy vivo, no muerto”, señaló.