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El cerro San Bernardo, uno de los pocos pulmones verdes de la ciudad, necesita del cuidado y compromiso de todos los salteños. Ayer se realizó la tercera limpieza en las laderas del acceso, en el primer playón de estacionamiento, para eliminar toda la basura que contamina el lugar.
La imagen es preocupante: decenas de vidrios rotos desperdigados entre la vegetación, botellas de bebidas alcohólicas de toda clase, más plásticos, es lo que prevalece apenas se desciende unos metros por cualquiera de las laderas.
Los voluntarios y las autoridades municipales están alarmados por la situación. La meta es recuperar el cerro, limpiarlo para luego continuar con al reforestación. “Los árboles no pueden crecer en medio de la basura”, aseguraron.
Normando Zúñiga, subsecretario de Servicios Públicos de la Municipalidad destacó que la actividad continuará con los otros grupos y personas voluntarias una vez al mes hasta fin de año.
“La idea es que nos reunamos con autoridades de la Policía de Medio Ambiente para que controlen más seguido el circuito”, explicó Zúñiga quien agregó que “la intención es proponer que cierren el acceso al cerro por las noches”.
La iniciativa tiene aceptación entre los participantes, según lo expresó Virginia, integrante del club de montaña Janajman, que ya viene colaborando en las campañas de limpieza.
“Queremos que la policía ambiental controle y haga cumplir las contravenciones”, expresó.
El pedido de los voluntarios es que las personas que hacen uso del cerro lo cuiden y que no arrojen basura.
“Para eso están los cestos de basura. Los que vienen a la noche no sabemos por qué tiran todo a las laderas”, manifestó la voluntaria del club de andinistas.
La actividad se compartió, además de los montañistas, con bomberos de la Policía de Salta, bomberos Voluntarios Martín Miguel de Güemes, integrantes de la Subsecretaría de Prevención y Emergencia de la Municipalidad, estudiantes voluntarios de las Facultades de Ciencias Económicas y de Arquitectura, y varios salteños que se sumaron a la iniciativa por su cuenta, muchos de ellos amantes de deportes al aire libre.
Más voluntarios para la misión
Cuantos más voluntarios se sumen a la tarea solidaria, mejor. Ese es el concepto que expresaron los participantes de los grupos que se integraron a la iniciativa.
Victoria y Vanina, dos estudiantes que viven en la zona norte de la ciudad, se enteraron de la actividad y no dudaron en sumarse para ayudar.
“Vinimos porque nos interesa participar y ayudar”, dijeron las jóvenes.
Zúñiga enfatizó que la idea de cuidar al cerro es un mensaje que se tienen que replicar con cada persona que nos crucemos; “hay que sumar más gente en cada limpieza”, expresó.
Los voluntarios aclararon que esta limpieza fue complemento de la última realizada en las laderas que están en los límites de la primera playa de estacionamiento, a la altura del poste 70.
Virginia, del Club Janajman, mencionó que ya se delimitaron las próximas estaciones de limpieza. Una será en el playón grande de estacionamiento, a la altura del poste 115; la segunda será sobre la recta de ascenso antes de la salida de las escalinatas, altura poste 135; y la tercera será en la zona baja del cerro, altura poste 114.
El equipo de los bomberos y del grupo de rescate GORA de la Policía fueron de mucha ayuda en la tarea. El mes anterior se llenaron cuatro contenedores con basura.