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Me dirijo a usted con el mayor de los respetos para hacer publico una “estafa a la fe”.
Un miembro activo de la iglesia Evangelista Catedral de los Milagros, dirigida por el pastor Juan Carlos Bazán y la Sra. Noemí de Bazán, que actualmente trabaja para la iglesia me vendió un lavarropas último modelo año 2012. Me fue a buscar a mi domicilio porque no podía pagar la financiación del electrodoméstico. Actuando en buena fe, me deje guiar por la amistad que nos unía, ya que en algún momento de mi vida pase por ese templo. Le pague 3.500 pesos en el mes de agosto del año 2012. Pactamos que al terminar de pagar la financiación del electrodoméstico me entregaría el bien y la factura a mi nombre.
Estamos a 16 de mayo de 2013 y no puedo hacer que esta persona me dé el bien ni tampoco que me devuelva el dinero.
Recurrí a la Iglesia para que me ayude el pastor en esta situación, ya que esta persona, de nombre María Alejandra Medina, trabaja para ellos haciéndose llamar discípula de Dios. Me dice el pastor, para mi gran sorpresa, que ellos no se hacen responsables de lo que hagan los miembros de la Iglesia afuera del templo. ¡Pero cómo! ¡Si la Iglesia predica que sean mejores personas! ¿O de lunes a sábados son pecadores y los domingos se golpean el pecho en el templo? ¡Y además trabaja para ellos!
Quería hacer pública esta estafa para que a otras personas no les pase lo mismo.
Me tomé el atrevimiento de hacer este mail porque llamé a redacción para hablar con un periodista pero, para mi sorpresa, me atendió una integrante de esta iglesia y, como me imaginé, no me llamó ningún periodista.
Muy agradecida. Desde ya, saludo a usted muy atentamente.