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Con más corazón que ideas, en una Bombonera que explotaba, Boca Juniors, que anoche no pudo contar con Juan Román Riquelme (no se recuperó totalmente del desgarro) superó una difícil prueba de carácter y se impuso con total justicia al Corinthians, por la ida de los octavos de final de la Libertadores.
El xeneize salió dispuesto a llevarse por delante a un rival, que lució confundido. El equipo de Carlos Bianchi, que presionó en todos los sectores, capitalizó un par de errores defensivos de los brasileños y estuvo muy cerca de abrir el marcador. El Burrito Martínez, Blandi y Burdisso tuvieron las más claras en la primera etapa, de amplio dominio local.
Sin ser tan punzante en los metros finales, Boca mereció retirarse al entretiempo en ventaja, ya que fue superior a la visita que se repitió en pelotazos para Emerson y Paolo Guerrero.
El complemento comenzó con la misma tónica, con Boca lanzado a la ofensiva, mientras Corinthians apostaba a la contra. Martínez desequilibrando por derecha arrimó algo de peligro, pero la alegría para el pueblo boquense llegó a los 14 minutos. Un avance por la izquierda derivó en un centro de Erbes, que Nico Blandi, anticipándose a la defensa del timao, capturó y definió abajo ante la salida del arquero Cassio. El resultado parcial se ajustaba más a la realidad y con la ventaja, Bianchi movió el tablero y reforzó la zona media. Ingresó Ledesma y el pibe Bravo por Erbes (que volvía de una lesión) y Erviti.
A los 18m., el Corinthians estuvo cerca del empate, con un disparo cruzado de Romarinho desde la derecha, que desvió en forma magistral Orión. Cinco minutos después el peruano Guerrero probó desde fuera del área y su disparo, que pegó en el palo, casi enmudece la Bombonera.
Luego Boca le cedió la iniciativa a Corinthians, que con el ingreso de Alexander Pato intentó ser más incisivo. En el último tramo del partido, el xeneize no encontraba claridad de tres cuarto para arriba, pero con el empuje de su gente jugaba cada pelota como la última. Un gol bien anulado a Ledesma (offside) y su posterior expulsión fue lo más relevante en el final, que dejó a Boca como un justo ganador y que mereció haber sacado mayor ventaja ante un adversario muy mezquino.
Bianchi marginaría a Riquelme del clásico
Carlos Bianchi, al que siempre le fue bien enfrentando equipos brasileños (obtuvo cinco triunfos, seis empates y apenas una derrota), anoche se retiró con una sonrisa de La Bombonera, porque su equipo mostró otro carácter en un partido clave.
A la hora del análisis, el Virrey llenó de elogios lo realizado por sus dirigidos y resumió: “Hicimos un gran partido, nos pusimos al nivel de un equipo como el Corinthians, que es el último campeón”. Luego, el DT se mostró mesurado de cara a la revancha (el miércoles 15 en San Pablo). “Tenemos que ser inteligentes, teniendo en cuenta que no nos marcaron goles y que tenemos una leve ventaja”. Con respecto al futuro de Riquelme, que anoche estuvo ausente, el Virrey puso en duda la presencia del enganche en el superclásico del domingo ante River. “Yo en mente tengo mucho más la revancha ante Corinthians, en Brasil, que juegue algún partido del campeonato”, deslizó.
"Más vivos que nunca”
Fue la gran figura de un equipo que anoche cambió su pálida imagen. Nicolás Blandi, el autor del único gol del cotejo que le da a Boca la ventaja para la revancha en Brasil. El delantero explicó el desahogo con una dedicatoria especial: “Estamos más vivos que nunca, esto es para los que pensaban que estábamos muertos”, resaltó. Blandi, que aprovechó un remate pifiado y cruzado de Erbes para capturar el rebote y mandarla adentro, explicó las virtudes del equipo para quedarse con la victoria: “Hicimos un gran partido, tuvimos mucha actitud y mucho compromiso. Tenemos las cosas en claro y sabemos cuál es nuestro objetivo”. Por último, destacó el apoyo de la gente: “Tenemos el apoyo siempre. La gente se hace sentir, en las buenas y en las malas mucho más”.