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25 de Mayo

Viernes, 24 de mayo de 2013 21:50
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Domingo F. Sarmiento sostenía que a partir de la educación se logra gente “a imagen y semejanza” de los gobiernos que la cultivan. Si a la luz de los valores morales, éticos y religiosos analizamos el modo en que educa el actual Gobierno, nos daremos cuenta que es más lo que deseduca que lo que educa. Es más, con su constante narcisismo y su prédica avasalladora del kirchnerismo, nos hace sentir a quienes no simpatizamos ni pertenecemos al mismo, que no somos argentinos. Y obrando así, va más allá, porque esta diferencia atenta, incluso, contra el privilegio que tenemos de ser semejantes a Dios, concesión otorgada por Dios mismo, de la cual gozamos no sólo los argentinos, sino todos los hombres del mundo, sin distinción de credos, raza o nación. Según Sarmiento, “el patriotismo no puede hacer sombra a nadie, por ser un sentimiento de máxima nobleza”. Si el Gobierno actual siente el peso de su sombra, sería conveniente que se pregunte si no está educando al pueblo “a imagen y semejanza” de quienes creen ser dueños de nuestra nación, lo que sería un gravísimo error, necesitado de urgente corrección.

Daniel E. Chávez
S. M de Tucumán

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