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Nuestra vida cotidiana, está plagada desafortunadamente de actitudes de personas que no saben vivir en comunidades civilizadas. Por ejemplo, me referiré a los choferes de colectivos, émulos de Schumacher, con gorritas playeras, zapatillas desacordonadas, enviando msj por celular, salivando por la ventanilla, fumando o sometiendo a nuestros oídos al repertorio desagradable de música ordinaria a todo volumen, parando donde ellos decidan hacer descender a los pasajeros, fuera de sus respectivas paradas y en casos no levantándolos en las mismas, con una arbitrariedad propia de quienes deciden por el tiempo y la vida de los demás.
Por experiencias personales he abordado a estos sujetos ante los hechos mencionados, recibiendo como respuesta ironías o improperios no reproducibles.
Es hora de exhibir profusamente un 0800 (y atender), donde hacer las pertinentes denuncias para corregir estas anomalías. Propongo enviarlos a hacer un curso de sociabilidad, modales, gentilezas y vocabulario. Tal vez, de ese modo, nos hagan sentir personas y ellos mismos no se sientan discriminados. Quiero destacar que son los menos, pero siempre están.
Roberto Rubén Sánchez, Martínez - Provincia de Buenos Aires