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Soledad Silveyra: ?Woody siempre nos sorprende?

Sabado, 04 de mayo de 2013 19:25
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Por estos días, Soledad Silveyra y María Valenzuela tienen bastante que ver con Woody Allen. Más allá de la distancia geográfica y cultural, las actrices han asumido el desafío de ponerle el cuerpo y la voz a dos personajes neoyorquinos creados por el genial director y dramaturgo en “Humores que matan” (obra cuyo título original es “Central Park West”).

La comedia se presentará hoy, a las 22, en el Teatro del Huerto de Salta (Pueyrredón 175). Completan el elenco, bajo la dirección de Luis Romero, Gonzalo Urtizberea, Edgardo Moreira y Juana Schindler.

Todo ocurre en el corazón de Manhattan, en un apartamento de Central Park West, donde una exitosa pero insoportable psiquiatra acaba de ser abandonada por su marido, quien se fue con otra mujer.

Central Park West es una avenida de Manhattan, en Nueva York. Allí ubica Woody Allen esta comedia que es un retorno a sus temas favoritos: el amor, el sexo, la traición, la muerte. Y en donde se tejen y destejen las complicadas relaciones de parejas en crisis.

Además de ser una típica comedia de intriga psicológica, “Humores...” tiene mucho de autobiográfico. El público podrá descubrir varios paralelismos entre esta historia de ficción y la tormentosa relación de Allen con Mia Farrow.

Solita Silveyra, que se declara una apasionada por al obra de Allen, le adelantó a El Tribuno algunos puntos clave de esta obra: “Woody es un autor que habla mucho sobre la infidelidad, no solo en la pareja, sino en otros muchos aspectos de la vida. En esta pieza expone la hipocresía y nuestra incapacidad de aceptar algunas cosas porque no las queremos ver”.

“Humores que matan”, como toda obra de Woody Allen, ¿tiene cierto trasfondo, más allá de la risa, verdad?

Claro que sí, Woody siempre nos sorprende con su ironía y su profundidad. En una hora y media la gente se ríe mucho y puede ver cómo la vida de cuatro personas cambia así del todo y después más o menos se acomoda.

Woody es un autor que habla mucho sobre la infidelidad, no solo en la pareja, sino en muchos otros aspectos de la vida. En esta obra expone la hipocresía y nuestra incapacidad de aceptar algunas cosas porque no las queremos ver.

¿Cómo es tu personaje?

Hago el papel de una psiquiatra neoyorquina de enorme éxito profesional. Una mujer que puede solucionar los problemas de todos y no los suyos. Tiene un marido (Edgardo Moreira) que es un donjuán; una íntima amiga, Carol, que es el personaje que maravillosamente interpreta María Valenzuela; el marido de esta amiga (Gonzalo Urtizberea), que es un psicótico maníaco. Mi personaje y el de María son amigas, pero hay una traición de por medio. La obra plantea una intriga psicológica con mucho humor durante los primeros 40 minutos. Sobre el final, entra una joven de 21 años, que es el personaje que interpreta Juanita Schindler, una criatura talentosísima que está debutando y le da un cierre a la comedia.

En esta obra compartiste cartel con Betiana Blum y ahora lo hacés con María Valenzuela. ¿Eso cambió tu manera de encarar el personaje?

El personaje está bastante armado, pero lógicamente cada vez que cambia el interlocutor, se modifican algunas cosas. Betiana y María son dos actrices muy diferentes. Para mí ha sido un placer enorme compartir el escenario con las dos. El cambio es como un ejercicio para mí. También destaco el ingreso de Gonzalo Urtizberea, que es todo un Woody Allen ­Una joya!

Hablando de Woody Allen, ¿cómo ves su sentido del humor?

Es genial. Vi todas las películas de Woody. En casa tengo una carpeta que me regaló mi nuera con toda su filmografía y la estudié muchísimo para hacer esta obra. Pero más allá de eso, me pasé la vida viendo sus trabajos, porque me encanta. Ese humor maravilloso que maneja en tantas comedias, acá se ve clarísimo. A esta obra la escribió en 1995. Me encanta cómo encara los conflictos humanos. La genialidad de Woody está en su capacidad permanente de renovar el lenguaje.

Con casi 50 años de trayectoria artística, ¿hay algo pendiente que todavía quieras hacer?

Tal vez me gustaría hacer radio. Después, creo que hice casi todo. También me gustaría hacer otra buena película. He hecho algunas, pero me gustaría hacer otra. Además quiero hacer mucho teatro. Amo el teatro.

A nivel pareja, ¿sentís que la fama complica la búsqueda del hombre indicado?

Sí, la popularidad complica. Prefiero usar esta palabra porque “fama” no me gusta mucho. Creo que el hecho de ser popular, de ser una mujer independiente desde el punto de vista económico y de tener un nombre reconocido, a veces puede ahuyentar a algún tipo de hombre, como también te puede acercar a aquellos que solo vienen por una foto. Lo importante es estar entera y bien con una misma. Yo estoy siempre abierta al amor.

¿A qué atribuís que siempre en las entrevistas te pregunten por cuestiones políticas?

Porque soy una persona que se ha comprometido desde ese lugar y me parece lógico que me pregunten. En este momento yo sé que quiero un país que no se maneje con el dólar, donde la gente esté bien y que pueda viajar tranquila. Es lo que queremos todos y hay muchas maneras de lograrlo. Argentina es un país muy difícil de gobernar. No soy peronista pero he apoyado este gobierno y lo sigo apoyando en muchos aspectos, aunque no esté de acuerdo en todo. En eso no soy verticalista.

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