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Ante todos los pronósticos, Independiente, paso a paso, renueva sus esperanzas de poder salvar la categoría. El triunfo por 2 a 0 sobre Tigre le brinda un “espaldarazo” en la parte final de una sufrida temporada.
Con un doblete de Adrián Fernández (8' y 39' del primer tiempo), el rojo hilvanó la segunda alegría consecutiva y, si bien permanece en zona de descenso, le mete presión a los que tiene por encima.
Aunque no le sobró nada, no puede discutirse la victoria de equipo de Miguel Brindisi. Pegó en los momentos justos, aprovechó la floja labor de Javier García (dio la sensación que podría haber hecho algo más en ambos tantos) y cuidó a la perfección la ventaja para adueñarse de otra dosis de aire más que necesaria para cumplir el objetivo que persigue desde que comenzó el año.
Es cierto que la contundencia fue la principal virtud del rojo, pero la actitud fue otra vez uno de los elementos que lo hizo fuerte, en un escenario complicado.
Con este triunfo, Independiente, con 1.140 de promedio, aprovechó las caídas de Quilmes (1.161) ante San Lorenzo y de Argentinos (1.206) ante Lanús, rivales directos en su intención de no perder la categoría.
Los diablos rojos, que no ganaban por segunda vez consecutiva desde la 2da. y 3ra. fecha (1-0 sobre Vélez; 2-0 a Racing) quedaron a 7 puntos del equipo de La Paternal, que divide por misma cantidad de temporadas.
Ahora, en el horizonte, aparece Lanús, otro duro escollo que tendrá que sortear.