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Una explosión en el aeropuerto de Atlanta y evacuaciones por amenazas de bomba en la zona del Parlamento de Georgia, la terminal aérea de Richmond y la universidad de Princeton conmocionaron ayer a millones de estadounidenses.
La explosión se produjo en la terminal D del aeropuerto de Atlanta, en el sureño estado de Georgia, y obligó de inmediato a la evacuación, dijo el departamento de bomberos de la ciudad, citado por la agencia Ansa y la cadena de televisión CNN.
Reese McCranie, vocero del aeropuerto, dijo que hubo una “pequeña explosión” en un área de mantenimiento, cerca de la puerta D-21, pero que no se reportaron heridos. No obstante, se suspendieron los vuelos y se cortó la electricidad.
Tras la explosión, al menos dos alarmas de bomba se registraron en el área del Parlamento del estado de Georgia y debió ser evacuada la zona, según reportó la prensa local.
En la Universidad de Princeton, en tanto, una alarma de bomba obligó a evacuar el campus y las oficinas de la casa de estudios de New Jersey.
“Hubo una alarma de bomba en varios edificios. Les rogamos evacuar el campus y todas las oficinas universitarias en forma inmediata e ir a sus casas a menos que les sea ordenado lo contrario”, dijo la universidad.
Más amenazas en Virginia
Algo semejante sucedió en el aeropuerto internacional de Richmond, en el estado de Virginia, que fue evacuado a raíz de una “seria amenaza” telefónica, según la policía. Todos los vuelos se suspendieron.
El sargento Thomas Molnar informó que la llamada se recibió poco después de las 6, hora local, y las pistas aéreas se cerraron de inmediato.
Tanto las pistas de aterrizaje como las zonas de estacionamiento comenzaron a ser barridas por unidades de perros en busca de algún tipo de explosivo, pero horas después no se había logrado detectar nada.
A los pasajeros se les pidió que abandonaron el aeropuerto, mientras que los vuelos entrantes fueron desviados a ciudades vecinas.
Seguirán espiando
El gobierno del presidente Barack Obama defendió el criticado programa de vigilancia de la Agencia Nacional de Seguridad como una herramienta indispensable para proteger de los terroristas a estadounidenses.
Frente a un escándalo mundial sobre los programas que rastrean llamadas y mensajes de internet en todo el mundo, el Departamento de Justicia investiga si las revelaciones hechas por Edward Snowden, un empleado de Booz Allen, pueden ser perseguidas penalmente.