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Mientras la Justicia Federal de Salta continúa con las diligencias relacionadas con la millonaria estafa a la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip), la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) logró el secuestro de dos vehículos de alto valor de propiedad de Víctor Esteban Palomino Zitta, uno de los contadores involucrados en la maniobra fraudulenta.
Se trata de auto BMW descapotable y una moto Yamaha XV 1900 MIDNIGHT STAR, dominio GGD 699, valuada en más de 130.000 pesos, los que habían desaparecido del domicilio del profesional, luego del allanamiento de la vivienda que posee en el barrio Tres Cerritos, el lunes pasado.
El auto y la moto se encontraban en la morada cuando se realizó el operativo, pero cuando horas más tarde el juez Julio Bavio ordenó su secuestro, el personal de la PSA se dio con la novedad de que habían desaparecido del lugar.
Palomino Zitta, junto a sus colegas Alejandro Eduardo Aguilera y Alejandro Javier Cardozo, ya fueron indagados por el magistrado y permanecen privados de su libertad.
PALOMINO ZITTA ES TRASLADADO AL MOMENTO
DE SER DETENIDO.
En idéntica situación se encuentran el inspector de la Afip, Juan Carlos Costilla Campero y José María Thomas, un particular acusado de haber actuado como prestanombre de las empresas fantasmas creadas para estafar al fisco.
Los agentes de la PSA prosiguen con la búsqueda del único prófugo, identificado como Mario Aguilera, hermano del contador Aguilera, quien habría sido beneficiado con un monto superior a los 7.000.000 de pesos.
En la causa se encuentran involucradas, además, 34 empresas locales que fueron beneficiadas con la estafa por un monto de 150 millones de pesos.
La maniobra consistía en simular operaciones de compraventa entre las empresas reales y las fantasmas para generar créditos fiscales en favor de las primeras. Con ésto, las firmas compensaban las deudas que tenían con la Afip.
Estado de la causa
Todas ellas están identificadas y ahora el juez Bavio deberá determinar las responsabilidades que le caben a cada uno de sus propietarios. Las autoridades del organismo federal de recaudación aseguraron que hay pruebas contundentes de la maniobra a partir de las escuchas telefónicas que venían realizándose desde más de un año.
De las investigaciones surgió que los contadores trabajaban para esas empresas y lo que no se sabe con certeza es si todos los propietarios tenían pleno conocimiento del accionar delictivo. “Algunas firmas dejan librado a los contadores todo el manejo de estas cosas y es posible que no hayan conocido el fondo de la cuestión”, opinó un allegado a la investigación.