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26 de Junio,  Salta, Centro, Argentina
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Urtubey ordenó desmantelar la lista del Partido Renovador

Lunes, 24 de junio de 2013 12:03
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Tiene la certeza de que la boleta encabezada por Zottos se llevará el voto de ese partido y le disputará el espacio K.

El gobierno provincial está resuelto a desmantelar las boletas del Partido Renovador de Salta y para lograrlo, el mismo Juan Manuel Urtubey ordenó desalentar a todos los acompañantes de Andrés Zottos.

El plazo para la ratificación de las nominaciones vence mañana y el gobierno espera lograr renuncias estruendosas.

La consigna parece ser “apretar, comprar o cooptar”.

Consideran que la ruptura del frente, que ellos no esperaban, es la peor noticia en la alicaída campaña de Rodolfo Urtubey.

Dos dirigentes del departamento de Orán, que iban a integrar las listas renovadoras, dieron marcha atrás porque recibieron amenazas; a una de ellas le advirtieron que su familia iba a “terminar en medio del monte”. Los nombres no trascendieron pero la denuncia fue ayer tema de conversación entre dirigentes del PRS que se encuentran en tareas de la campaña que, con la presentación de las listas, avanza a toda máquina.

También se apelaría a la compra, con dinero o con cargos, de los dirigentes que no resulten susceptibles al apriete.

La estrategia disuasiva podría manifestarse hoy, si se concreta el desplazamiento de varios funcionarios renovadores del gobierno provincial, comentado también ayer en el partido.

De todos modos, la reticencia de los once intendentes del PRS a sumarse a la candidatura de Zottos fue un indicio: ninguno de ellos puede arriesgarse a que dejen de llegarle los fondos que el Grand Bourg distribuye con cierta discrecionalidad pero que llegan desde la Casa Rosada.

En su visita a Buenos Aires, la semana pasada, Zottos fue a explicar que su ruptura con Urtubey no se debió, como dijo el gobernador, a una deserción del “proyecto nacional” sino al “destrato y al incumplimiento del compromiso asumido en 2007”. Tanto desde fuentes renovadoras como desde el mismo oficialismo admiten, con matices, que “no le fue nada mal, porque le creyeron”.

En esas condiciones, Zottos podría quedarse con gran parte del voto kirchnerista y la gran mayoría del voto renovador, no seducido por las candidaturas de Rodolfo Urtubey y Cristina Fiore.

Entre los afiliados del PRS resultan inaceptables la imposición de la candidatura de Fiore, a quien consideran una “renegada” y la actitud de Julio César Loutaif, a quien consideran un “secretario de Urtubey”.

La decisión de Zottos y de la dirigencia tradicional del PRS a romper con Urtubey obedeció a una necesidad política de supervivencia: los renovadores no solo se sienten desplazados, sino agraviados en su dignidad.

El intento que se extendió hasta el sábado a medianoche por introducir las candidaturas de Loutaif y María Inés Diez para forzar una interna renovadora se agotó en si mismo. El gobierno hubiera jugado dos ministros en una estrategia cuya derrota era cantada.

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