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Un hombre murió apuñalado ayer tras una acalorada discusión de sobremesa dominguera, en un asentamiento ubicado a metros de la casa de Gobierno.
Ocurrió ayer a las 14.30, después de que el dueño de casa, César Ariel Gutiérrez, compartiera junto a su esposa y a un hijo de ésta un humilde asado criollo.
Una sola caja de vino tinto había regado el espíritu de quienes minutos después produjeron la tragedia familiar.
Una discusión vana envalentonó a César Gutiérrez, quien cuestionó a su mujer asuntos domésticos relacionados con el comportamiento justamente de su hijo, presente en la mesa. Esto ocasionó un cruce verbal entre la pareja que culminó cuando Gutiérrez le aplicó una violenta trompada a su mujer que la tiró al piso.
Su hijastro, Sergio Cortés, sin mediar palabras, le atravesó el corazón con el mismo cuchillo con el que momentos antes estaba trozando un chorizo criollo. La estocada fue feroz y produjo la muerte de manera instantánea de Gutiérrez y la desesperación de su esposa y madre del criminal. El brutal suceso se registró en una vivienda ubicada en la manzana C del asentamiento Nuestra Señora del Carmen, vivienda levantada con las propias manos de la víctima.
Los efectivos policiales se constituyeron en el asentamiento alertados por la propia mujer de Gutiérrez.
El juez en turno ordenó la presencia del Cuerpo de Investigaciones Fiscales en el lugar, y finalizada las pericias, que el cuerpo sea trasladado a la morgue para la correspondiente autopsia.
En tanto, Sergio Cortés fue trasladado hacia la Alcaidía, donde permanece detenido hasta prestar declaración. Fuentes policiales afirmaron ayer que el caso quedó totalmente esclarecido con el secuestro del arma, un cuchillo doméstico.