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Una niña de 12 años, internada por golpes que recibió de su madre y de su tía, permaneció 17 días en un hospital porteño pese a que ya había sido dada de alta, para preservar su integridad física de las agresiones familiares. Así se desprende de documentación oficial que da cuenta de una investigación por el delito de “lesiones leves calificadas por el vínculo”, a cargo del Juzgado en lo Correccional N§ 11, a cargo del magistrado Luis Schelgel.
La niña, cuya identidad se mantiene en reserva, “ingresó al hospital Bernardino Rivadavia el 27 de agosto de 2012 a raíz de los golpes recibidos por parte de su madre y hermana, aconsejándose su permanencia para su mejor protección y para evaluación y tratamiento de la dinámica familiar”, reza la documentación.
La pequeña exhibía “dos hematomas lineales en miembro superior derecho en vías de resolución, precisándose dos días después que se hallaba en buen estado general, clínicamente estable, afebril y en condiciones de egreso hospitalario”.
Sin embargo, los profesionales que la atendieron decidieron “la permanencia de la niña en el nosocomio aludido por el lapso de 17 días”, por consejo de la licenciada en Trabajo Social Viviana D'Alessandro, quien explicó ante la Justicia que se trató de “una estrategia de prevención”.