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El español Rafael Nadal agigantó ayer su leyenda sobre el polvo de ladrillo de Roland Garros, al lograr el octavo título con una clara victoria en la final frente a su compatriota David Ferrer, por 6-3, 6-2 y 6-3, en dos horas y 16 minutos, para convertirse en el tenista que más veces ganó un mismo torneo de Grand Slam en la historia.
“Nunca soñé esto, nunca me imaginé que todo esto podía pasar”, aseguró Nadal mezclando inglés y francés antes de recibir la Copa de los Mosqueteros por parte del astro jamaiquino del atletismo Usain Bolt.
“Es una victoria que significa mucho para mí, quiero agradecer a todos los que estuvieron cerca de mí durante la lesión, hubo momentos largos que soportar. Si ellos no estuvieran conmigo no estaría acá y nunca hubiera podido regresar”, comentó Rafa, acreedor de un cheque por 1,5 millones de euros.
Este triunfo le permite a Nadal convertirse en el líder de un selecto grupo, puesto que su octavo título de Roland Garros lo sitúa por sobre Roger Federer, Pete Sampras y William Renshaw con siete títulos en Wimbledon y de Richard Sears, Bill Tilden y Bill Larned con siete títulos en el US Open.
El mallorquín, de 27 años, añadió su nuevo logro en París a los conseguidos en 2005, 2006, 2007, 2008, 2010, 2011 y 2012, para totalizar 12 títulos de Grand Slam.
Además, desde ayer, Nadal es el jugador que más partidos ganó en el Abierto francés, con 59, uno por delante de Guillermo Vilas y Roger Federer. Un monstruo.