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23 de Julio,  Salta, Centro, Argentina
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Pablo Coleffi: ?El básquet nos enseña valores?

Lunes, 01 de julio de 2013 23:17
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Hace 32 años que se dedica a lo que le gusta: ser entrenador de básquet. Como buen bahiense, no podía ser de otra manera. Pablo Andrés Coleffi fue el encargado de dictar el primer campus/clínica verdolaga “León Najnudel” en el club El Tribuno. Hace unas dos semanas estuvo a punto de firmar para volver a dirigir en Atentas de Córdoba pero no se dio, ahora podría hacerlo en México. Gente de Tartagal que asistió al campus/clínica ya lo comprometió para hacer lo mismo en octubre. Volcó todo su conocimiento y sabiduría para los chicos, jóvenes y grandes, a la vez que expuso toda su humildad y sencillez como persona. Un verdadero maestro dentro y fuera de un rectángulo.

¿Cómo comenzó la pasión por el básquet?

Uno de los motivos fundamentales fue tener a mi padre que jugaba; vivir en una ciudad como Bahía Blanca, donde todos los habitantes de una u otra forma están relacionados con este deporte; fui jugador, y porque vivo a diez metros de uno de los clubes que más trascendió en los últimos tiempos por tener tres campeones olímpicos (Bahiense del Norte, allí jugaron Manu Ginobili, Pepe Sánchez y Alejandro Montecchia). Todas esas cosas fueron guiándome para que el básquet fuera mi pasión.

¿Cuándo supo que iba a vivir de esto?

De grande. Primero quería ser un buen jugador, hasta cadetes era aceptable, después fui del montonazo. Como mi mamá es docente, tengo esa formación y me gustaba enseñar. A los 15 años un entrenador de Bahiense me invitó para que sea el monitor de las inferiores del club y así comencé. Pasaron 32 años y me pone muy feliz mirar atrás y darme cuenta que he crecido como entrenador. Si bien como jugador no puede seguir, encontré en la dirección técnica la opción de seguir con básquet.

¿Cómo definiría a este deporte?

Es un juego que nos enseña valores, como trabajar en equipo, tener solidaridad, personalidad para tomar decisiones, ayuda colectiva y riesgos, hay un montón de valores que uno los puede poner en práctica haciendo este deporte. A diferencia del fútbol, por ejemplo, es un juego dinámico, cambiante, alternativas que lo hacen apasionante.

¿Quiénes fueron sus influencias como DT?

Tuve tres personas: Alberto Selani, el que me convocó para estar al lado de él en Bahiense; Carlos Clemente, un argentino radicado en Málaga que cuando fui allí a un campus me hizo quedar y estuve dos años trabajando en el básquet español. Y el tercero y quizás la más importante fue León Najnudel, quien me reclutó para estar al lado de él y me hizo entrar a la Liga Nacional de Básquetbol (LNB).

¿Cómo conoció a Najnudel?

León tenía un amigo, el periodista Kike Nocent, y le comentó que había un chico de Bahía que estaba en Europa y León manifestó que me quería conocer. Yo no lo podía creer y cuando volví de España tuve una reunión donde me dijo que quería que sea su asistente. Tenía la disyuntiva de volver a Málaga o quedarme con León en San Andrés. Tenía 24 años, hice lo segundo y no me arrepiento, porque es incomparable haber estado al lado de una eminencia como Najnudel. El creador de la Liga Nacional.

¿Cómo era como persona?

El que no lo conocía lo podía tildar de soberbio porque tenía un trato y una forma de expresarse muy particular. Fue una persona que me enseño y ayudó mucho, me dio todo lo que él tenía para que yo pudiera usufructuarlo: material de este deporte, sus ideas, sus anécdotas no era para nada egoísta. Hoy tengo el mejor de los recuerdos porque nos enseño mucho a todos y fue el creador de una Liga de la cual tenemos que estar orgullosos y muy agradecidos.

Dirigió a varios equipos de la LNB

Sí tuve esa suerte y uno de los que estuve más a gusto fue Deportivo Roca, Río Negro, donde ascendimos del TNA a la LN “A” y allí hicimos una campaña bárbara. Otro fue Atenas de Córdoba, el River o Boca del básquet argentino. Creo que en todos deje algo más allá del éxito o no, yo considero que tener éxito es dejar plasmado que uno es responsable, trabajador y deja todo para que las cosas puedan ir bien. Después hay factores que uno no maneja, pueden salir bien o mal.

¿Hace varios años que Atenas dejó de ser el mismo, por qué?

Simple, alguna vez los Beatles dejaron de tocar, Mercedes Sosas dejó de cantar o los grandes alguna vez dejan de ser. Atenas con Marcelo Milanesio, Pichi Campana, Oberto, Osela y los grandes que pasaron por ese club dejaron de jugar y Atenas dejó de ser Atenas. El recambio no fue tan fácil pero confío que su historia va a cambiar porque su historia lo obliga a tener un equipo competitivo y representativo.

¿Hablando de recambio, cómo observa esto en la Selección?

Complicado porque no asoma una megaestrella o un fuera de serie. Son todos buenos jugadores pero ninguna es una megaestrella como a los que estuvimos acostumbrado hasta ahora con Manu, Scola, Nocioni, Oberto. Fue algo único he irrepetible, nos vamos a tener que acostumbrar a tener equipos más humildes y más peleadores, sin tanto talento.

¿Coincide con los cambios en la LN?

No, se dio un paso atrás al sacar los descensos. La Liga tiene que jugarse con premios y castigos. Pero al margen de eso fue evolucionando año tras año, explorando lugares donde no había básquet, descubriendo talentos en todo el país y eso nos llevó durante diez años a estar entre los mejores tres o cuatro equipos del mundo.

¿Entrenó a Manu en la escuela de Bahiense, cómo era, ya era un crack?

De esos pibes que van a la mañana y se retiran a la noche, un enfermo del básquet quería jugar en todas las divisiones. Jugaba bien, era longilíneo pero ni él ni los que estábamos cerca de él creíamos que iba a llegar a donde llegó. Donde estuvo tocó oro. Hay un dato que no lo sabe nadie: el Manu descendió con nuestro club y ya le dijimos que antes de dejar el básquet tiene que ser campeón con Bahiense. Es un fuera de serie fuera y adentro de una cancha.

¿Usted fue dirigido por el Oveja Hernández?

Sí el me echo como jugador de básquet, terminó con mi carrera deportiva. Es un fenómeno, un amigo de la vida lo quiero muchísimo porque a pesar de lo que me hizo fuimos colegas mucho tiempo, hemos jugado una final en contra de la LN (temporada 2005/06) que me la ganó (Hernández en Estudiantes de Olavarría y Coleffi en Atenas, fue 4-3). Además de quererlo mucho lo respeto como entrenador, me alegra muchos que mi amigo haya hecho una carrera como la que hizo.

¿La NBA es la mejor competencia de básquet del mundo?

A nivel espectáculo sin dudas. Tuve la suerte de ir a varios partidos y es un espectáculo tremendo. De lo que más puedo aprender es del básquet universitario que se asemeja mucho a lo nuestro. El de la NBA es un show. El básquet FIBA nos deja más cosas, me gusta más.

Una opinión sobre el campus verdolaga

Quedé gratamente sorprendido por la cantidad de chicos que se acercaron, la pasión que le pusieron y porque hay una camada de dirigentes que parecería quieren cambiar la historia del básquet en Salta. Merecen ser apoyados, independientemente de los colores que representen. Ojalá haya una unión de dirigentes y clubes porque Salta merece estar en otro nivel. Quedó demostrado que con organización, ganas, pasión, una buena difusión los chicos y padres terminan contentos. Hay que seguir haciendo estas actividades pero sobre todo trabajar con el compromiso de querer cambiar las cosas de verdad para que en poco tiempo Salta tenga la plaza que se merece.

¿Cómo tienen que hacer provincias como Salta para formar parte del básquet grande del país?

Para eso necesita tiempo, dinero y capacidad. Salta tiene todo para estar en el corto plazo jugando en el orden nacional. Cuenta con uno de los mejores estadios del país, hoteles 4 y 5 estrellas como lo requiere la LNB y a la gente le gusta este deporte. Pero está ausente en ese orden porque no cuenta con la infraestructura acorde. No se puede jugar más al aire libre, sin parquet, tableros de madera o marcadores manuales. Tenemos que decirle a nuestros gobernantes que sería muy importante que apuesten primero la actividad y después invertir en infraestructura para que los chicos sientan placer de jugar. Cuando a los chicos no se les ofrecen los medios y las condiciones adecuadas se van a otros deportes.
 

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