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Hay un viejo dicho, sujeto a crítica, si se quiere, que afirma que “de los parientes y del sol, cuanto más lejos, mejor”, y otro que señala que “parientes y trastos viejos, pocos y lejos”. Y la lista de refranes y pensamientos sobre la parentela no se agota aquí. De ninguna manera.
Y esas son frases nacidas de la experiencia. Vean, si no, lo que le sucede a nuestro gobernador que por favorecer y pretender dar notoriedad pública y política a su ñaño Rodolfo, que entra en la categoría de “pariente colateral”, de primer grado, digamos, se agenció un montón así de problemas, contratiempos y sofocones.
Otro ñaño del cristinista Juan Manuel, José (pariente colateral), dueño de Celulosa Argentina y pretendiente fallido a la titularidad de la Unión Industrial Argentina (UIA), le costó a aquél, por ese truncado lance, una desilusión de la que trabajosamente se recupera.
Y ahora José vuelve a darle un dolor de cabeza a su hermano, el gobernador, del que es pariente consanguíneo, como se dijo.
En este caso hay que reconocer que el ñaño José sería, más bien, un causante por aproximación. ¿Cómo es eso? Resulta que José está casado con una sobrina de Juan Ignacio Rigou, titular, o gerente, de Nitratos Austin, empresa que está decidida a instalar una fábrica de nitrato de amonio en El Galpón. Pese a que esta empresa goza del apoyo del gobierno del gauchito Juan Manuel, se enfrenta con una serie de escollos que van desde lo legal a lo ambiental.
El mayor obstáculo lo constituye la sospecha social de un arreglo entre parientes que determina que Austin reciba “facilidades” poco usuales. Entre ellas sobresale la circunstancia que la provincia le donará a Nitratos Austin alrededor de $1.700 millones de pesos en gas subsidiado durante la década que durará el contrato firmado con el ente público de Recursos Energéticos y Mineros Salta REMSA (ver ediciones del jueves 25 y sábado 27 de El Tribuno).
Ese detalle enoja sobremanera a industriales locales que, con absoluta razón, reclaman un trato igualitario en la provisión de gas.
--Perfecto, habrían expresado algunos seguidores del asunto, pero para eso sería necesario ser parientes del señor gobernador Urtubey.
El caso es que al ser Juan Ignacio Rigou, capo lugareño de Nitratos Austin, tío político de un hermano del gobernador, y resultando harto conocido y notorio el favoritismo que éste dispensa a su parentela y a los parientes de sus parientes, la sospecha de un entendimiento entre parientes dejaría de ser sospecha para tomar forma de evidencia.
Es posible que Juan Manuel Urtubey desconozca que la palabra “parientes” rima con “inconvenientes”. Ven, entre tantos familiares casi me olvido del tío Orsai.