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Se puede decir que es una historia recurrente; sólo que está lucha por no terminar en la muerte misma. En la ciudad de Joaquín V. González, un bebé de 7 meses de edad sufría una infección estomacal severa y fue llevado ante un curandero por sus padres de sólo 17 años cada uno.
El brujo del pueblo le “recetó” aspirinetas y un té de mistol lo cual lo único que le hizo fue empeorar las condiciones de salud del pequeño paciente. Aumentaron los vómitos y la diarrea y la deshidratación se volvió severa. Los papás decidieron llevarlo al hospital de la González y de ahí fue derivado de urgencia al Materno Infantil de la ciudad de Salta.
El nene entró el pasado miércoles 7, en horas de la noche, en delicado estado, directo a terapia intensiva y hasta ayer todo el esfuerzo médico está centrado en hidratarlo a través de una sonda nasogástrica.
Desde la administración del hospital dijeron que el pequeño paciente mejora lentamente de su presunta infección.
Pautas culturales
Sobre las enseñanzas que deja el caso habló la doctora Adriana Flores quien aseguró que ella es respetuosa de las pautas culturales. Lo que quizo decir la profesional que es muy común que en el interior de la provincia los enfermos vayan a ser asistidos por una persona que creen tiene algún tipo de poder de sanación. “Yo no digo que sean buenos o malos los curanderos. Lo que sí digo es que estas personas deben abstenerse de dar médicamente o yuyos porque no tienen ningún tipo de control sobre los principio activos de las sustancia que brinda; y menos en bebés”, dijo Flores.
Con respecto a las aspirinetas también dijo que solo deben ser suministradas con la correspondiente prescripción médica.
Inclusive destacó que puede desembocar en el denominado Síndrome de Reyes que es una enfermedad grave que se produce con mayor frecuencia en niños menores de 10 años. Se caracteriza por vómitos, síndrome confusional, hepatomegalia, somnolencia e incluso coma.
En su conclusión, la galena dijo que “lo que deben hacer los curanderos es curar por medio de su poder de sanación y no administrar sustan cias”.