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Pasaron las PASO, y empezó el alboroto. Ya hubo pases de factura, insinuaciones de alianzas, explicaciones algo sorprendentes y declaraciones sorprendentemente, casi obscenamente, sinceras.
Como siempre, la nota la dio el gaucho motoquero. Juan Manuel celebró la elección de su hermano mayor, la pequeña Lulú y Evita Isa diciendo, con cara de velorio, que sacaron más votos que los que esperaban. Cuánta confianza les tenía!
Tanta confianza que les financió la campaña con los 180 millones de dólares del Fondo de Reparación Histórica, más los giros sin rendición a los intendentes, más los gastos reservados de Federico Posadas, más el grupo Esparta, helicópteros para la campaña, aviones sanitarios para los cumpleaños, el fondo de la soja, más una cantidad inimaginable de otros recursos... se calcula que por cada voto del Tolo los salteños erogamos treinta mil dólares. Sin embargo, la gente se privó del placer de ver su serena mirada y su bello rostro de candidato familiar en las boletas del domingo. Cuando le preguntaron por el plebiscito a su gestión que tanto él como el Indio Godoy habían anunciado para el domingo, con expresión avinagrada el gobernador respondió que “el pueblo de Salta ratificó su confianza en el gobierno”. En cambio, con esa facilidad desopilante para los juegos de palabras y para la licuación de las contradicciones, el Indio dijo que “hubo plebiscito, pero no tanto”. Ganamos pero perdimos, en otras palabras.
Era tan sólida la sensación de victoria de Urtubey que cuando le preguntaron si habría cambios en el gabinete, en lugar de decir: “equipo que gana, equipo que no se toca” respondió “yo cambio a los ministros cuando me parece”. Esos son caudillos!!!
Claro, la pregunta apuntaba a saber si Carlitos Parodi y Julio Loutaif seguirían en funciones después de las catástrofes sucedidas en sus respectivas ciudades, Salta y Orán. En otra época, Urtubey hubiera dicho “son caros, pero los mejores”. Ahora son caros, nomás.
Es que en el lacrimógeno festejo del domingo, el gobernador había hablado de las injurias de que era objeto su gobierno. Se refería probablemente a las sospechas que sobrevuelan sobre los orígenes de las fortunas de esos dos ministros, porque difícilmente alguien pueda pensar que sea una injuria decirle “cholo vago” al candidato que llegó desde Puerto Madero, y mucho menos a él, que siempre promete “trabajar muy duro” y de ese modo, alimenta la “esperanza”.
Claro: los hermanitos Urtubey ganaron el primer chico. Eso nadie lo duda. Lo dudaban ellos cuando vieron que Lara Gross, el Topo Ramos, Mendaña, Moreno, Romeri, D'Andrea, Ivetich y otros temblequeaban en las urnas.
Por supuesto, el sudor frío se había hecho más frío cuando comenzaron a percibir que los sagaces estrategas de Esparta, el grupo de gladiadores informáticos que comanda Charly Abeleira, que financia Parodi y cuyos sueldos paga la Municipalidad, le habían errado al vizcachazo y que la “esperanza joven”, Evita Isa, corría muy por detrás de Jasbel Singh en el cuarto puesto en Salta capital.
Ayer, Urtubey dijo que la elección de octubre se cifrará en lo que ocurra entre Juan Carlos Romero y Olmedo. Lo dijo!. En su fantasía, el gobernador siente que el grotesco heredero de Salta Forestal es el que lo puede salvar de la pesadilla que lo persigue. Es decir, el que lo saque a Romero de carrera. Olmedo y Urtubey no son parecidos, ni son propiamente socios, pero tienen intereses coincidentes y permiten analogías simbólicas: el gobernador evoca a un personaje de Toys Story; el hombre de la gorra amarilla, en cambio, parece un soldado del Cid campeador.
A pelarse para el 27 de octubre
Luego del escrutinio, el senador Pablo González pidió a Andrés Zottos que renuncie al partido. Uno podría pensar que la elección oficialista en Orán fue rutilante, pero no. También fue curioso que a Cristina Fiore le dieran permiso para hablar tras la elección. Entonces dijo que “a Zottos nadie lo entendió”. Quizá crea que los salteños la votaron a ella o, sobre todo, a sus claras e inoxidables ideas.
Es que los socios de Urtubey son ocurrentes. Federico Posadas y Pablo Viel no se quedaron atrás.
Los sueños de construir una nueva alcurnia política, impregnada de aguas termales, propietaria de Agua Palau y el Hotel Termas y bendecida por Rómula no prosperó. El referente de Plural logró el 3,23 % de los votos en toda la provincia por lo cual toda la plata del Estado que se gaste en su campaña para octubre será plata malgastada.
Con un aluvión de votos del 2,2 % , Viel evaluó que “con humildad, mucho esfuerzo y militancia logramos el objetivo que nos habíamos propuesto”, y agregó: “Hay que fortalecer el trabajo en todo el territorio”. Viel sabía que lo suyo era un humilde décimo puesto. Él es diputado y le gusta ir a la televisión, pero una encuesta asegura que ni siquiera el 2, 2 % de la gente oyó hablar de él. Lo votaron por error, pero él va a trabajar duro, como el jefe. A pelarse para octu bre!