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No puede levantar cabeza en un momento crítico y todo se le hace cuesta arriba. Racing Club sigue sin encontrar el rumbo y Tigre en Victoria le dio otro duro cachetazo que hace tambalear del cargo al DT Luis Zubeldía cuando sólo se jugaron tres fechas del torneo inicial.
El Matador fue más incisivo, haciéndose fuerte en el juego aéreo frente a una defensa dubitativa y desordenada. A los 17' el pibe Araujo fue letal: recibió un pelotazo cruzado de Gastón Díaz, bajó la pelota de pecho, enganchó y desairó a un rival y con un disparo bajo cruzado junto al palo izquierdo de Saja, puso el 1 a 0 parcial. Después el conjunto de Victoria le cedió la iniciativa a la visita, pero a Racing le faltó claridad en ataque. No tuvo un buen juego colectivo, aunque, con intermitencias, sus delanteros crearon peligro.
Las jugadas más claras para igualar las tuvieron Luciano Vietto y Valentín Viola. A los 21' Rodrigo de Paul mandó un centro para Vietto, quien le pegó como venía y elevó su remate. Y a los 28' Viola sacó una media vuelta desde la puerta del área que Javier García alcanzó a mandar al córner tras retroceder a tiempo.
Un grosero error de Leandro Migliónico le permitió a Araujo aumentar a los 8 minutos de la segunda parte: y ese gol terminó de desordenar al elenco de Zubeldía.
Y Tigre no desaprovechó la oportunidad. Estuvo cerca de aumentar a los 11' con una escalada de Facundo Sánchez por derecha que no llegó a destino por poco. Y a los 15' llegó el tercero tras una precisa asistencia de Araujo, la figura excluyente del encuentro, a Sand, quien fusiló a Saja y terminó con su abstinencia de gol, justo ante su exclub. El desahogo del Pepe se reflejó a la hora del festejo, ya que no dudó en gritarlo con toda su furia. Tras la roja a Migliónico, el golazo de Rodrigo de Paul sirvió para decorar el resultado. Racing se fue de Victoria con una nueva derrota y todas las expectativas generadas antes del inicio del torneo se empiezan a desvanecer. Mientras tanto, Zubeldía es cada vez más cuestionado por los hinchas y sus horas en el club de Avellaneda parecen estar contadas, a pesar de que se aferra a su idea de no abandonar un barco, que está a la deriva.