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- ¿Cómo dejaste el chupete? - le pregunté a Valentina, de 5 años, que apenas había logrado desprenderse de su inseparable amigo.
- Se lo mandé de regalo a mi abuelita que está en el cielo - contestó.
- ¿Cómo?
- Lo até a un globo y se fue a las nubes.
Este fue el modo que encontraron los papás de la niña para lograr que resignara algo tan valioso para ella, que sin embargo se había convertido en un vicio y estaba dañando su paladar y su dentadura.
Las formas de ayudar a los chicos a dejar el chupete son muchas, pero cualquiera debe estar acompañada de firmeza por parte de los “grandes”, para que el plan no fracase.
Ver a un niño aferrado a su chupete es una situación muy normal y su utilización, para los pequeños, se configura como todo un símbolo: éste es de su total posesión y les otorga calma y tranquilidad. Por ello, muchas veces desprenderse de este objeto resulta muy difícil.
“El chupete es usado para calmar la necesidad de succionar de los lactantes, la que viene desde el vientre materno y que se mantiene al menos por todo el primer año de vida. Su uso extendido no es recomendable, porque puede conllevar problemas en el futuro desarrollo dentario del menor (mordida abierta), deformaciones de paladar e incluso infecciones intestinales o de oído (otitis)”, comentó la médica Nadia Flores.
Actualmente, existe un fuerte debate sobre si el chupete interviene o no con el amamantamiento. En este sentido, dijo que “si su uso va de la mano de una adecuada lactancia el chupete no perjudica este proceso, pero si comienza a utilizarse de forma precoz, puede ser una señal de que algo anda mal con la lactancia. Por ello no se recomienda su uso antes de los 15 días de vida del bebé”.
Sobre la edad en que se debe despojar al niño del chupete, la especialista señaló que “personalmente recomiendo abandonar el uso de chupete al año de vida, ya que se sabe que el chupete después de los 2 años empieza a ser un factor importante en el desarrollo de alteraciones dentales. Habitualmente cuando un niño lleva dos años usando el chupete, es mucho más difícil quitárselo que al año de vida”.
¿Todavía lo usa?
El uso del chupete suele ser un hábito cotidiano, por eso los padres tienen que ayudar a su hijo en el camino de desprenderse de tan querido amigo. La edad promedio en la que un chico abandona por su propia voluntad el chupete es entre los dos y los cuatro años. Sin embargo, los especialistas coinciden en que es preferible que lo deje antes de los dos, incluso antes del año, ya que aseguran que sufren menos esta pérdida.
La odontóloga Liliana Losada explicó que “los chicos que usan chupetes durante mucho tiempo suelen tener un tipo de mordida “abierta” que desaparece al suspender el estímulo, siempre que tenga todavía los dientes de leche. Si el hábito persiste luego de la erupción de los dientes permanentes, este tipo de mordida se instala y habrá que corregirla con algún tipo de tratamiento de ortodoncia”. Aunque sea emocionalmente difícil obligar a un bebé a abandonar el chupete y parezca que uno lo hace sufrir, es en pos de un bien mayor.
Adiós amigo fiel
El gran problema surge en el momento de despedirse de este “amigo”. María, mamá de Joaquín, de tres años, sabe lo que es una lucha cuerpo a cuerpo para que su hijo abandonara el chupete. “De recién nacido ya le encantaba el chupete, aunque tomara la teta. Daba gusto verlo succionar con tanto placer y comprobar cómo se calmaba. Cuando cumplió dos años, con mi marido emprendimos la tarea de que dejara el chupete. Nos llevó casi seis meses y algunas noches en vela.”
Los pediatras recomiendan que esto suceda antes de que el bebé deje los pañales. Adicionalmente suelen sugerir que jamás se le pida al chico que abandone las dos cosas juntas. Es un proceso que lleva tiempo.
Algunos consejos
Si bien muchos consejos para quitar este hábito recomiendan reducir gradualmente el tiempo que el menor usa el chupete, la especialista sugiere que “si un lactante ya lleva dos años o más y sigue usando chupete y está empezando a presentar problemas dentales o presenta otitis frecuentes, es muy importante eliminar el habito de usar chupete, la mejor forma de hacer esto es eliminar los chupetes de una sola vez y para siempre”.
La herramienta elemental en esta lucha es la paciencia! Es un estadio más en el crecimiento de un hijo y hay que saber acompañarlo comprensivamente. Hay que vigilar y tener cuidado de que al dejar el chupete no adquiera el hábito de chuparse el dedo.
Para ello, es muy importante preparar el retiro y asegurarse de que:
- El niño no está pasando por situaciones de estrés (cambio de casa, cambio de cuidador, hospitalización reciente, abandono de pañales, etc.). Si esto es así, primero será necesario disminuir el estrés y después despojarlo del chupete.
- El chupete funciona como elemento que da seguridad al niño, si este lo usa de día lo más probable es que requiera mayor seguridad. Ésta también se logra con una actitud cariñosa y firme de parte de los padres, con límites bien definidos en vez de reglas hiperflexibles y ausencia de límites.
- Por el contrario, si el chupete es usado sólo para dormir significa que forma parte del ritual de sueño del menor y por ende el objetivo es agregar por un tiempo otro elemento que sea inocuo al ritual de sueño (un peluche, una melodía, etc.) y luego retirar el chupete.