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Los salteños debemos rendir un homenaje a todos los árboles mutilados por una tala salvaje realizada en la ciudad.
Recorriendo las calles de Salta nos encontramos ante un dantesco espectáculo de especies mutiladas por manos salvajes e ignorantes. Basta contemplar el trabajo que realizaron en calle 20 de Febrero al 400 y en todas donde la sierra no tuvo piedad.
Salta es una ciudad sin árboles, en donde las tazas previstas para ellos permanecen vacías o tapadas con cemento.
Los naranjos de las plazas 9 de Julio, Güemes, Reyes Católicos etc. siempre están apestadas sin que nadie se haga cargo de su cuidado.
Los últimos 30 años los distintos gobiernos municipales no pusieron atención en la forestación de la ciudad.
El antiguo vivero municipal que proveía de especies adecuadas para las veredas ya no existe.
Controles municipales para que todos los vecinos cuenten con un árbol en su vereda son inexistentes.
¡La Secretaría de Medio Ambiente -que graciosamente organizó el inicio de la Semana del Arbol- tiene en su vereda de calle Santiago del Estero al 2200 las tazas vacías!
Mientras el mundo implementa todo tipo de políticas para la forestación de las ciudades, acá en Salta destruimos las pocas especies que quedan.