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Reclamo contra la empresa de colectivos San Antonio
Quiero expresar mi descontento, mis cuestionamientos, mis reclamos y mi denuncia pública hacia la empresa de transporte de pasajeros "San Antonio" de la ciudad de Orán, que brinda servicio en todo el norte salteño. La situación penosa que tengo que pasar con esta empresa, tiene lugar cada vez que mi madre discapacitada, Damacena Juárez, con domicilio en la localidad de Coronel Juan Sola (Morillo) del departamento de Rivadavia, discapacitada con diagnóstico de anormalidad de la marcha y de la movilidad coxartrosis y cáncer de mamas, útero, hígado, pulmón y ambas caderas, con tratamiento de quimioterapia, necesita viajar desde la ciudad de Orán hasta Aguas Blancas conmigo como acompañante. Periódicamente también viajamos a la ciudad de Salta a través de otras empresas de colectivos. En la Oficina de la empresa San Antonio ubicada en la ciudad de Orán, los empleados de boletería parece que desconocen la ley 24.901 por la que se estable que las personas con capacidades diferentes y en su caso específico con el acompañante, tienen el derecho a viajar gratis en los colectivos urbanos e interurbanos de larga distancia.
Cada 25 a 30 días debo acompañar a mi madre en el viaje descripto, pero el empleado encargado de boletería, de apellido Ramírez, y una empleada de cabello teñido de rubio, reiteradamente nos hacen bajar del colectivo, aduciendo que debemos reservar el boleto con 48 a 72 horas de anticipación y además expresan que si no me gusta el trato que me vaya a quejar a quien quiera, donde quiera y con altanera soberbia con aires de cancheros callejeros, me dicen que estarán esperando mis quejas, denuncias y que me esperan pronto. Esto no ocurre con los choferes, que jamás nos hace inconvenientes e incluso nos hacen subir al colectivo, pero estos empleados de boletería nos hacen bajar siempre de mala manera. Estos empleados y esta empresa San Antonio, no solo no cumplen con la Ley mencionada, sino que carecen de respeto y de toda sensibilidad humana, toda vez que a mí y a mi madre nos maltratan y nos humillan.
La presente ojalá sirva no solo de reclamo y denuncia pública hacia esta empresa y hacia sus empleados, sino que ojalá sirva para tomar conciencia y sensibilizamos con las personas discapacitadas y con sus familiares que sufrimos este tipo de realidad, y fundamentalmente sería bueno que algún Defensor Oficial, la Dirección de Discapacidad de la Provincial o algún Fiscal actúe de oficio en la investigación de estos casos y sobre todo que el Poder Judicial y el Poder Ejecutivo Provincial hagan cumplir las leyes como la ley 24.901.
Esto no puede ni debe seguir pasando. Alguien nos tiene que defender de las empresas inescrupulosas e insensibles que lucran sin observar la citada ley. Las personas con capacidades diferentes también existen, tienen derechos y también son parte de esta sociedad.
Hernán Gastón Juárez
Morillo - Depto. Rivadavia
Los centros de salud no funcionan bien
Todos los que vivimos en la capital salteña vemos con gran tristeza la poca importancia que le dan las autoridades de Salud Pública a los centros de salud de los distintos barrios. Siempre la misma historia: faltan médicos, enfermeras, administrativos, especialidades, sin edificios acorde a sus necesidades en donde faltan consultorios, elementos de trabajo y lugares de atención. Sin embargo todos los que componen el equipo de salud de los mismos están cansados de trabajar con tan escasos recursos y magros sueldos, pero a pesar de todo realizan la contención necesaria beneficiando la atención de los hospitales (donde cobran producción) y sin embargo el personal de los centros de salud no lo cobran. Me pregunto: ¿esto que significa?, ¿injusticia?, ¿discriminación? Espero que la lucha del gremio de ATSA por el cobro de producción en los hospitales se extienda a los sacrificados centros de salud que se encuentran en alerta permanente por esta situación. Señores, indudablemente la gran falencia de salud pública son los centros de salud.
Dr Héctor Hugo Montero
Ciudad