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En la nota periodística publicada en el diario El Tribuno de fecha 05 de Septiembre de 2.013 en la página 15, con el título: “Rosario Saravia: soy un imán de gente que necesita ayuda‘, me sorprendió la imagen de mi hija Renata María Díaz Saravia en los brazos de su madre que bien sirve de escudo de su progenitora que usa argumentos ajenos a mi situación de padre impedido de contacto con mi hija, a quién adoro. Afectivamente cumplo menos de lo que yo querría porque la madre no me lo permite, por lo cual aprovecho esta carta para apelar a su ‘pregonada solidaridad‘ a fin de poder ejercer mi paternidad y fortalecer el vínculo con mi hija Renata.
Por separado debo aclarar que cumplo con los deberes asistenciales alimentarios mediante cuenta bancaria N° 515109468079575 en Expediente N° 380.212/12 - Alimentos que se tramita en el Juzgado Civil de Personas y Familia 3° Nominación.
Resido a 900 kms de esta ciudad de Salta y hago lo imposible por encontrarme con mi hija cada mes.
Esta carta tiene el objeto de salvaguardar mi buen nombre y honor del que he gozado permanentemente y no puedo aceptar este breve párrafo que transcribo: ‘me separé y el papá no se hizo cargo...‘, lo cual es falso por las pruebas fehacientemente acreditadas.