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¿Y nuestros derechos?
El día 6 de septiembre del corriente año se llevó a cabo en el Microestadio Delmi el encuentro provincial del Parlamento
Juvenil. La Jornada se desarrolló desde las 8 de la mañana y
se extendió hasta las 19 hs. En
el cual participaron 45 colegios tanto de Salta capital como del interior de nuestra provincia.
El parlamento juvenil nace
“con el propósito de abrir espacios de participación para
que nuestros jóvenes intercambien, dialoguen y discutan entre ellos/as alrededor de temas
que tienen una profunda vinculación con sus vidas presentes y futuras. El proyecto se
propone continuar con un espacio de diálogo para que los
jóvenes compartan sus visiones e ideas acerca de la escuela
media que quieren”. Nada de
esto se reflejó en la jornada,
fueron 11 horas agotadoras,
debido a que el lugar y la metodología de trabajo no eran
adecuadas para el grupo etario. En ningún momento hubo intercambio de ideas, solo fue
ponencia, es decir, exposición
tras exposición, que se tornó
cansador y aburrido por la falta de comodidad en lo que respecta a lo edilicio y el sonido.
Realmente nuestra experiencia fue poco feliz, de los 45 colegios, nosotros estábamos en el puesto 38, es decir que tuvimos que esperar 9 horas para exponer nuestro trabajo.
Nuestro turno llegó a las 17.20, pero a los 4 minutos y medio sentimos la chicharra y sabíamos que debíamos concluir. Realmente esta situación nos apena, ya que ni el jurado
evaluador nos prestaba atención. Nos sentimos usados, humillados y desvalorizados. Todo lo que habíamos preparado y el tiempo invertido no fue valorado. ¿Con qué criterio se seleccionaría la comisión que viajaría a Buenos Aires?.
Participar implica ser parte de
algo, comprometerse y como
ese es nuestro lema, seguiremos trabajando para que el
proyecto se haga realidad en
nuestra institución y comunidad de Coronel Moldes.
Docente y alumnos/as del Colegio N 5148 “Puerta de Díaz”
de Coronel Moldes- Dpto. La
Viña.
La honestidad, un bien añorado
Para los argentinos, la sensación de honestidad está lejos en el tiempo y el espacio. Hace pocos días se conoció el resultado de una encuesta de opinión realizada por la consultora Giacobbe con preguntas a quinientas personas de todo el país, con un promedio de edad de 46 años. El más votado fue el papa Francisco, con 248 votos. Le siguen, con más de cien votos, Manuel Belgrano, Arturo Illia, Teresa de Calcuta, René Favaloro, José de San Martín, Juan Carr, y Nelson Mandela.
Según la consultora, el mundo de lo espiritual se ha resignificado positivamente, este año, para los argentinos. A mediados del año pasado, el entonces cardenal Jorge Bergoglio había ocupado el puesto 36 del ranking con 16 votos. Es indudable que esas personas convirtieron en símbolo su compromiso de vida. Arturo Illia, que solo presidió el país tres años, fue austero y se transformó en paradigma para una país político donde esa cualidad no sobra. René Favaloro, uno de los mayores científicos del siglo XX, ganó prestigio popular porque sacrificó fama y dinero para volver al país y nunca olvidó su barrio El Mondongo y su querido Jacinto Arauz, donde dio sus primeros pasos como médico.
Me gustaría agregar que existe un modelo impersonal, el de la mayoría de nuestros abuelos, que construyeron sus familias y su dignidad en base al trabajo, el respeto por la palabra empeñada y el orgullo por la Patria.
Estos valores, desde hace tiempo, nos están faltando.
Alberto Valle
Ciudad.