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Luego de una semana en la que estuvo en boca de todos, el papa Francisco realizó nombramientos destinados a la transformación de la curia, que se interpretan como destinados a reducir el poder del ala más conservadora en la Santa Sede.
El arzobispo Beniamino Stella fue designado al frente de la Congregación para el Clero, que se ocupa de los seminaristas y sacerdotes. En tanto, el arzobispo italiano Lorenzo Baldisseri, de 73 años, fue nombrado secretario del Sínodo de obispos, en cuenta del croata Nikola Eterovic, de 62 años, representante del ala más conservadora de la Iglesia, y con nueve años en el cargo, fue designado como nuncio en Alemania.
Stella, de 72 años, fue nuncio en Cuba y en Colombia y se desempeñaba hasta ahora en la Pontifica Academia Eclesiástica, y ahora sustituirá a Mauro Piacenza, de 69 años. Piacenza es discípulo del cardenal conservador Giuseppe Siri y estaba considerado como cercano al secretario de Estado Tarcisio Bertone, quien dejará el cargo a mediados de octubre por decisión de Francisco y será sustituido por Pietro Parolin, actual nuncio en Venezuela. Piacenza fue destinado al Penitenciario Mayor, un organismo que se ocupa de las indulgencias.
En tanto, el arzobispo alemán Gerhard Ludwig Müller se mantendrá como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y el español Luis Francisco Ladaria, como secretario del mismo dicasterio. Giampiero Gloder, que hasta ahora fue consejero de la Secretaría de Estado, fue nombrado al frente de la Academia Eclesiástica, la escuela diplomática de la Santa Sede.