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A través de este medio quiero hacer público mi agradecimiento, en primer lugar al Señor y La Virgen, por la recuperación de mi esposo Ricardo Hidalgo, porque a través de su enfermedad Dios quiso ponernos en el camino a un grande, como lo llamamos en la familia, maestro de maestros, al Dr. Gabino Peñaloza, el cual sin conocernos se puso al servicio del necesitado, aceptó a mi esposo como su paciente y entrego todo de sí. Fueron 45 días de ardua labor, de esfuerzos y dedicación pero sobre todo sabiduría para sacarlo adelante, dándonos muestras de cariño y palabras de esperanzas a toda la familia. Quiero también hacer llegar mi agradecimiento al gerente Dr. Luis Ormeño y la Dra. Silvia Ramos Figueroa del sanatorio San Roque, como así también a todo su personal de Terapia Intensiva, enfermería, personal de limpieza, de seguridad, etc. Encontramos en ellos no solo eficiencia y atención, sino muestra de cariño y solidaridad. A todas aquellas personas de buena voluntad que estuvieron con nosotros, al Servicio Sacerdotal de Urgencia, vecinos, amigos y compañeros de trabajo de la Municipalidad de la Ciudad de Salta que colaboraron gentilmente, dándonos fuerza y elevando su mensaje de aliento. Gracias!
Hoy podemos decirle que nuestros corazones se encuentran plenos de gozo porque mi esposo sigue recuperándose en nuestro hogar acompañado de sus seres queridos. Estaremos eternamente agradecidos a usted Dr. Peñaloza y tenga por seguro que su paso por esta vida dejó sus huellas marcadas en nuestro corazones. Gracias por su humildad y sencillez por que usted si que sabe eso de honrar la vida. Que el señor y la Virgen del Milagro bendiga eternamente sus manos maravillosas puestas al servicio del pobre y necesitado!
Ana Zuleta de Hidalgo
Ciudad