El resultado era previsible. Pese a eso, el debate tuvo momentos de fuertes cruces: era lógico, el tema estaba en boca de todos en plena campaña electoral. En un debate que duró más de ocho horas, la Cámara de Diputados aprobó anoche el proyecto enviado por el Poder Ejecutivo de reforma del impuesto a las ganancias.
El financiamiento de la iniciativa anunciada hace pocos días y recibida con beneplácito por muchos sectores, aunque no contempla actualización automática, plantea la eliminación de las exenciones para algunas operaciones, entre ellas, la de compra y venta de acciones de empresas que no cotizan en Bolsa y la distribución de dividendos.
Lo cierto es que, con la media sanción, la normativa será tratada a partir de hoy en el despacho de comisiones del Senado de la Nación.
Cabe destacar que el proyecto -que se ordena con el decreto que subió a 15.000 pesos el mínimo no imponible para el pago del tributo- fue aprobado en general por 139 votos positivos, contra 91 negativos y 5 abstenciones.
Pero vale aclarar que la medida excluye del beneficio a los autónomos y monotributistas, a pesar del reclamo de diputados opositores.
La sesión especial se inició pasado el mediodía con un quórum compartido entre oficialistas y opositores con 133 legisladores sentados.
Las sorpresas fueron los votos afirmativos del jefe del Sindicato de Empleados de Peaje, Facundo Moyano, y su par del Sindicato de Canillitas, Omar Plaini; el recientemente distanciado del kirchnerismo, el fueguino Rubén Sciutto y sus comprovincianos Liliana Fadul (Partido Federal Fueguino) y Jorge Garramuño (Movimiento Popular Fueguino); los representantes de Unidad Popular Claudio Lozano y Graciela Iturraspe; su colega del MIJD Ramona Puchetta, el salteño Alfredo Olmedo y los peronistas disidentes Mauricio Ibarra y Nora Videla. El primero en defender el proyecto del Gobierno fue el presidente de la comisión de Presupuesto de la Cámara Baja, Roberto Feletti, quien compartió el tiempo con su colega de Nuevo Encuentro Carlos Heller, y aseveró que la reforma de Ganancias tiene el objetivo de “restituir ingresos a los trabajadores”.
Por su parte, el diputado nacional Francisco de Narváez afirmó ayer que “el impuesto a las ganancias debería tener una actualización semestral por ley” y pidió que su modificación “no sea un capricho de la Presidenta”. El legislador y candidato explicó que “al haber inflación este impuesto, como las jubilaciones, deberían ser reformuladas cada seis meses porque si no se está a merced del Poder Ejecutivo”, y propuso que “el salario del cual se grava el impuesto tenga una base de cuatro salarios mínimos”.
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El resultado era previsible. Pese a eso, el debate tuvo momentos de fuertes cruces: era lógico, el tema estaba en boca de todos en plena campaña electoral. En un debate que duró más de ocho horas, la Cámara de Diputados aprobó anoche el proyecto enviado por el Poder Ejecutivo de reforma del impuesto a las ganancias.
El financiamiento de la iniciativa anunciada hace pocos días y recibida con beneplácito por muchos sectores, aunque no contempla actualización automática, plantea la eliminación de las exenciones para algunas operaciones, entre ellas, la de compra y venta de acciones de empresas que no cotizan en Bolsa y la distribución de dividendos.
Lo cierto es que, con la media sanción, la normativa será tratada a partir de hoy en el despacho de comisiones del Senado de la Nación.
Cabe destacar que el proyecto -que se ordena con el decreto que subió a 15.000 pesos el mínimo no imponible para el pago del tributo- fue aprobado en general por 139 votos positivos, contra 91 negativos y 5 abstenciones.
Pero vale aclarar que la medida excluye del beneficio a los autónomos y monotributistas, a pesar del reclamo de diputados opositores.
La sesión especial se inició pasado el mediodía con un quórum compartido entre oficialistas y opositores con 133 legisladores sentados.
Las sorpresas fueron los votos afirmativos del jefe del Sindicato de Empleados de Peaje, Facundo Moyano, y su par del Sindicato de Canillitas, Omar Plaini; el recientemente distanciado del kirchnerismo, el fueguino Rubén Sciutto y sus comprovincianos Liliana Fadul (Partido Federal Fueguino) y Jorge Garramuño (Movimiento Popular Fueguino); los representantes de Unidad Popular Claudio Lozano y Graciela Iturraspe; su colega del MIJD Ramona Puchetta, el salteño Alfredo Olmedo y los peronistas disidentes Mauricio Ibarra y Nora Videla. El primero en defender el proyecto del Gobierno fue el presidente de la comisión de Presupuesto de la Cámara Baja, Roberto Feletti, quien compartió el tiempo con su colega de Nuevo Encuentro Carlos Heller, y aseveró que la reforma de Ganancias tiene el objetivo de “restituir ingresos a los trabajadores”.
Por su parte, el diputado nacional Francisco de Narváez afirmó ayer que “el impuesto a las ganancias debería tener una actualización semestral por ley” y pidió que su modificación “no sea un capricho de la Presidenta”. El legislador y candidato explicó que “al haber inflación este impuesto, como las jubilaciones, deberían ser reformuladas cada seis meses porque si no se está a merced del Poder Ejecutivo”, y propuso que “el salario del cual se grava el impuesto tenga una base de cuatro salarios mínimos”.
Más consumo y actividad económica
La presidenta del bloque de diputados del oficialismo, Juliana Di Tullio, defendió ayer el proyecto de reforma del impuesto a las ganancias impulsado por el Gobierno al afirmar que significa “más consumo, más actividad económica y peronismo”.
“No es la primera vez que esta Presidenta toma una decisión en esta dirección. En este año esta es la cuarta decisión que se toma que va al mismo sector (trabajadores y jubilados) y ese dinero va al bolsillo del trabajador”, sostuvo.
Di Tullio también destacó que la suba del mínimo no imponible a 15 mil pesos beneficia al 90 por ciento de los asalariados, y al 99,3 por ciento de los jubilados. En su discurso, previo a la votación en general del proyecto, Di Tullio también increpó a la oposición al recriminar que el dictamen de minoría consensuado por fuerzas opositoras busca “desfinanciar al Estado” para hacerlo “más débil”, y dijo que eso le recuerda a cuando con “mayoría ficticia” votaron en el Congreso la ley del 82% móvil para jubilados.
Por su parte, la diputada nacional del FpV Andrea García defendió el proyecto y aseguró que “los opositores rechazan hoy lo que proclamaron durante toda la campaña electoral: el aumento del mínimo no imponible. Solo que esta vez, con el voto en contra, se descorren velos y comprobamos que, al final, parece que no les interesaba tanto el bienestar de los trabajadores”.