inicia sesión o regístrate.
Una vez más nos encontramos en el comienzo de la novena del Milagro. Lo anunciaban ya los lapachos florecidos de la plaza Belgrano, de la avenida homónima, de la plaza 9 de Julio y de otras zonas de nuestra ciudad.
Esto me lleva a intentar concientizar a la población sobre algunas cuestiones, además de todo lo que se está haciendo desde el Arzobispado de Salta.
La plaza Belgrano ya está “poblada” de quioscos en los que alumnos de diferentes colegios, miembros de distintas asociaciones y comunidades parroquiales y religiosas ofrecen distintos productos en venta (cédulas, comida, etc.) a todo aquel que se acerca a orar ante las sagradas imágenes del Señor y de la Virgen del Milagro, y luego se da una vueltita por esta plaza.
Como vecina del lugar, apelo a todos a que no olvidemos el sentido que este tiempo tiene para los salteños, que no permitamos que este espacio público se convierta en una feria donde todo es posible: ruidos, música con volumen exagerado, uso de los espacios como “villa cariño”, sobre todo en los últimos días de la novena, cuando los jóvenes, sobre todo, se quedan toda la noche para cuidar su puesto convirtíendolo casi en una “peña” o un “boliche”.
Valoro y respeto que se esmeren en trabajar para ganar unos pesos que serán destinados, en cada caso, para necesidades importantes, pero creo que no se debe relegar con ese fin lo que tendría que considerarse como primordial.
Que el Señor y la Virgen del Milagro nos bendigan.
María de las Mercedes Pagano