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Pocos imaginaban un presente tan desolador en cuatro fechas para dos de los equipos de la provincia; con resultados paupérrimos, ilusiones en baja y técnicos cuestionados, tambaleantes y al filo de la cornisa.
En medio de tantos cachetazos, con la rutilante goleada sobre el líder Gimnasia (CdU), llegó Juventud para “salvar la ropa” de la fecha y ofrecer un “mimo” que suaviza el panorama general de escepticismo que vive por estas horas el fútbol salteño.
No brilla y por momentos no luce. También sabe pasarla mal, como en el primer tiempo de ayer en el Martearena. Pero ya comienza a mostrar un camino y una incipiente identidad de juego, aquello que tanto se busca en el inicio de un torneo; además de los benditos resultados, que marcan el termómetro de la estabilidad laboral de técnicos y hasta de jugadores. Aquella identidad que no pueden encontrar albos y cuervos, hoy al menos parece empezar a gestarse en la Lerma.
Juventud salvó un domingo triste, otro más que se veía en el horizonte. De entrada nomás, Laspada acertó en el golpe de timón de la semana. Supo cambiar a tiempo cuando la cosa no funcionaba después del clásico del espanto con Gimnasia.
Acertó en el cambio nominal (destacada actuación de Fernández, y de Liva en el primer tiempo, con intermitencias). Pero también en el reordenamiento táctico (fue más punzante por las bandas y explosivo con Aguirre y Córdoba). Esta vez se las ingenió sin Prieto para ser picante y ganó en el juego aéreo (los dos primeros tantos llegaron por esa vía).
Tampoco se puede pasar por alto la tarde de maravillas de Rodrigo Sánchez, quien por fin “mojó”: hizo su primer gol oficial, el gol que le faltaba para engordar su confianza personal y fue un todo terreno: además del tanto, las peleó a todas, participó en cada ataque y reventó el travesaño con un zurdazo en el complemento.
En las claves de la victoria “salvadora” de la anestesia de un domingo pobre se acopla también la pareja de centrales con presencia en las dos áreas: Fernández y Palacio (este último sacó todo y además infló la red).