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La ganadora del Oscar como mejor actriz, Jennifer Lawrence, realizó una sorprendente tapa para la revista Vanity Fair, a la que concedió su primera entrevista luego de sufrir, como decenas de estrellas de Hollywood, el hackeo de fotos íntimas.
En la osada cobertura, posó desnuda para el renombrado fotógrafo Patrick Demarchelier y luce solo cubierta por un collar plateado.
Las imágenes fueron tomadas antes del escándalo de las celebridades en una campaña para Dior. "Es mi cuerpo y debería ser mi elección", dice en la portada, en lo que es el título de la entrevista que concedió y que habla de la filtración de sus fotos íntimas.
La actriz, una de las más perjudicadas por el hackeo de fotografías, aparecerá completa en la próxima edición, aunque la revista ya filtró algunas frases de la artista. "Es algo absolutamente repugnante. No es un escándalo. Es un delito sexual", reaccionó ante la consulta periodística.