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Los bancos cuidan su liquidez y están dispuestos a que el Banco central les siga dando energía financiera, esto es: un poco de dólares cuando se necesitan y otro resto de pesos cuando se impone.
Actualmente, de ese bimonetarismo, lo que más le preocupa es detener la “aspiradora” de pesos que tiene en la mano el titular del Central, Juan Carlos Fábrega.
Con la llegada de marzo se ponen más rígidas las normas de liquidez mínima que impone el Bcra.
Los bancos acercaron menos ofertas a las Lebac y subieron la tasa de call hasta el 30%. La autoridad monetaria retiró $ 40.000 millones que estaban circulando, por la vía de las letras de Tesorería.
El Central inyectó $ 540 millones en su licitación semanal de letras y notas con las que regula la masa monetaria. En los bancos explican que, estacionalmente, el inicio de marzo dificulta la esterilización.
La “aspiradora de pesos” con la que Fábrega, buscó reducir la cantidad de pesos en circulación para intentar así contener a los precios y a las cotizaciones paralelas del dólar se tomó descanso.
Las normas de liquidez mínima que impone la autoridad monetaria a los bancos permite que las entidades calculen el promedio de sus tenencias en forma trimestral entre diciembre y febrero.
Durante los otros nueve meses del año los bancos tienen que alcanzar el promedio de liquidez que establece la normativa en forma mensual, es decir, necesitan conservas más dinero contante y sonante.El fin de la laxitud de la normativa de liquidez mínima suele causar subas de tasas. A este escenario se agrega la escasez de pesos. Esa menor liquidez estacional se sintió en la licitación de Lebac y Nobac recientes. Los bancos acercaron ofertas por $ 3.384 millones, algo más de la mitad de lo que ofrecieron una semana atrás, que no alcanzaron para cubrir la totalidad de los vencimientos del Central.
Jugador pequeño
Mientras los bancos ponen cotización a sus dólares, el sector turístico, un jugador pequeño en la City se queja del recargo dólar a los paquetes turísticos. Los bancos privados tienen sus pizarras en torno a un dólar oficial de $ 8, con lo cual el dólar turismo o el tarjeta, con el 35% de recargo de la alícuota de la Afip, termina costando $ 10,80, más caro que los $ 10,70 del blue. Las agencias de turismo, reclama que reduzca el recargo para la compra de paquetes del 35 al 20%, como era antes, ya que aducen que sus ventas cayeron 40% desde el aumento del recargo.