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¿Por qué el vino y la sandía son peligrosos?

Viernes, 25 de abril de 2014 01:55

Entre las incontables leyendas relacionadas con el vino, se dice que el beberlo junto con la ingesta de sandías deparará intoxicaciones terribles. Mucho se habló al respecto y tuvimos, sin embargo, muy pocas confirmaciones sobre la mala efectividad del “maridaje”. Entonces, ¿será verdad?

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Entre las incontables leyendas relacionadas con el vino, se dice que el beberlo junto con la ingesta de sandías deparará intoxicaciones terribles. Mucho se habló al respecto y tuvimos, sin embargo, muy pocas confirmaciones sobre la mala efectividad del “maridaje”. Entonces, ¿será verdad?

Según pudimos averiguar hurgando aquí y allá, parece que todo tiene un origen común en los buenos resultados sexuales que se obtienen de la mezcla. Vasodilatadores naturales de ambos productos de consumo logran combinar un remedio para la baja en el deseo, sobre todo masculino.
Por empezar, la sandía contiene un aminoácido llamado L-arginina, que luego de ser metabolizado en el organismo produce óxido nítrico que es un potente vasodilatador natural.
Distintos medicamentos potencian su formación para tratar enfermedades coronarias, angina de pecho y otras. Justamente es uno de los principales objetivos del citrato de sidenafil, más conocido comercialmente como Viagra.
Por otro lado, resulta que el vino tinto contiene polifenoles, famosos por sus potentes efectos antioxidantes. Entre ellos el resveratrol, la epicatequina, el ácido siríngico, la apigenina, la malvidina y el ácido elágico, todos promotores del óxido nítrico, similar al aminoácido de la sandía.
Los tintos también poseen un tipo de alcohol llamado glicerol, que según la OMS disminuye las lesiones de los músculos de las arterias y favorece su relajación. Y por último, el alcohol etílico, que provoca una elevación en los niveles de serotonina, neurotransmisor encargado de regular de deseo sexual.
Entonces tenemos una combinación de los efectos potentes de la L-arginina, con los polifenoles, el glicerol, y el alcohol etílico. Todo un cóctel afrodisíaco. ¿Se entienden los efectos obtenidos? De esta manera nos acercamos pacientemente a la verdad sobre el peligro que según la leyenda se encierra en la mezcla de vino y sandía. ¿Ahora habrá osados que se animen a probarlo? Como se dice comúnmente: primero consulte a un médico.

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